Manolo Rincón se vuelca con su faceta artística tras pintar más de ocho mil cuadros

Aunque confiesa que al principio «le daba mucha vergüenza mostrar sus obras», con los años, más de 40 entregados en cuerpo y alma al arte de sus 72 primaveras cumplidas, Rincón está cada día más orgulloso de su trabajo artístico. No sólo por él, sino por las respuestas positivas que recibe de los que lo contemplan. Su vivienda en Caleta de Vélez es un gran «lugar de encuentro para mis amigos». Allí tiene «su escape, donde me reequilibro». «Aquí hay historias de 40 y tantos años», dice moviéndose entre los más de ocho mil cuadros, en su mayoría óleos y acrílicos sobre lienzo que se amontonan en cada rincón de la planta superior de la vivienda.

Pero, ¿cómo define Manolo Rincón su estilo pictórico? (se piensa la respuesta unos segudos) «Es una abstracción lírica, tampoco tengo estilo», dice. «Pinto con el alma, elijo los colores, unas veces programo las pinturas, otras veces es el impulso, es una pintura del alma. Hay cuadros que no me gustaban, por ayudarle a un enmarcador he tenido todos cuadros enmarcados», apunta mientras señala una obra del año 2000 «que me gustaba nada y ahora me siento orgulloso». «Es de estilo picassiano», la define.

En el paseo por su estudio de creación, Rincón hace una primera parada en uno de sus grandes amigos e ídolos, el recordado poeta y articulista de SUR Manuel Alcántara, quien escribió en una pared «cercado por los colores», el 8 del 8 del 05«. Jesús Atencia, actual primer teniente de Alcalde de Vélez-Málaga, »que también venía mucho por aquí«, confiesa, también dejó su rúbrica y su talento artístico. »Los artistas desde hace 40 años ha pasado por aquí«, resume enumerando al escultor Paco Martín, Pepe Casamayor, familiares, amigos...que han pasado por su vivienda.

Para Manolo Rincón «estamos en otra época, la de las 'fake news', aunque en mi época también existían las falsas noticias en los periódicos». Sin parar de crear, el artista torreño está inmerso en una obra dedicada al conflicto bélico de Ucrania, sobre la que sienta para posar para este periódico. «Es una abstracción, son más de dos metros», apostilla. Hasta el suelo, repleto de pintura, «es un cuadro». «Al principio los pintores que venían se reían de mí, pero ahora se ponen serios, se produce el 'Síndrome de Stendhal'», considera el artista.

Rincón rememora que cuando Paco Hernández visitó su estudio miraba el suelo. «No le llego a la suela del zapato, la distancia entre su pintura y la mía es tan grande, es un sacrilegio que me compare con él», considera. «Creo en mi pintura, cuando estuve en el MoMa de Nueva York en el año 91 y vi un cuadro de Pollock pensé, 'este majarón pinta como yo'«, rememora el artista, quien dice que no tiene horario para pintar. «Es mi huida, quiero huir de la situación que vivo, empresarial, política y personal», resume. «Mi madre me hacía los dibujos en el Bachiller, pero un amigo me llevó a pintar en un mal momento de mi vida y pinté un cuadro y al día siguiente tuve necesidad», confiesa mostrando obras que le ha marcado, vinculadas a su vida, al deporte y a la política.

Sobre su apoyo al deporte, el mecenas recuerda que lleva décadas apoyando a entidades y deportistas. «Una de las cosas más grandes que he hecho ha sido apoyar a los genuinos, el Málaga 'Genuine', los 'supercapacitados', he tenido experiencias muy gratificantes pintando con ellos aquí, conectando con ellos, los cuadros se los hemos enmarcado, son personas de verdad, sin trasfondo, limpios», admite Manolo Rincón, quien anuncia que quiere crear un equipo de 'supercapacitados' en la Axarquía, a través de la asociación ANNE Axarquía.

Los orígenes de su condición de mecenas deportiva tienen que ver con su histórico papel como líder del GIPMTM. «Quise demostrar que quería un Ayuntamiento para Torre del Mar pero que no tenía nada en contra de Vélez, vinieron a buscarme, el Baloncesto Axarquía, y me involucré del tal manera, ascendió a LEB Plata, con un aval de 250.000 euros, se fue el presidente y me tuve que hacer cargo, no entiendo de baloncesto pero sí de personas, he encontrado grandes amigos en el deporte», cuenta Rincón, quien se considera «un granito de arena en la montaña del deporte en Málaga». A seguir haciendo montaña, grano a grano.