Honores para el héroe de la independencia americana nacido en Macharaviaya

Su valentía y determinación llevaron a la victoria de las trece colonias norteamericanas frente al entonces imperio británico, consiguiendo la independencia de los Estados Unidos de América en 1783. Aunque durante décadas su figura apenas fue puesta en valor, en los últimos años se han sucedido los homenajes y reconocimientos en torno a la figura de Bernardo de Gálvez, el militar nacido en Macharaviaya en 1746 y que llegó a ser gobernador de La Luisiana y virrey de la Nueva España. Así, desde 2014 está considerado 'ciudadano honorario' de los EE UU y un cuadro suyo cuelga en el Capitolio en Washington.

Macharaviaya se convirtió así, en la calurosa noche de este sábado, un año más, en la única localidad fuera del suelo estadounidense que celebra la Fiesta de la Independencia del 4 de julio. La fiesta está dclarada de Interés Turístico por la Diputación Provincial de Málaga. Tras el desfile de este pasado viernes por las calles de Nerja, donde un centenar de personas ataviadas con los trajes de época rindieron homenaje al militar malagueño, fallecido en 1786, el colorido volvió a recorrer las estrechas y empinadas calles de Macharaviaya, al caer la noche.

El acto protocolario arrancó pasadas las 21.00 horas, con la asistencia de distintas autoridades locales, provinciales, autonómicas, estatales e internacionales. Así, estuvo el alcalde de Pensacola, D. C. Reeves, y los cónsules de EE UU, República Checa y Luxemburgo en la provincia, además del decano del Cuerpo Diplomático, Alberto Benito. También acudieron militares norteamericanos que están haciendo escala en una embarcación en el puerto de la capital.

El regidor de Macharaviaya, Antonio Campos (PSOE), hizo de embajador en la localidad, a la que también acudió el periodista Guillermo Fesser, afincado en EE UU. El Ayuntamiento le reconoció su labor de promoción de la figura del militar malagueño a través de un libro infantil publicado en 2019. Así, lo nombro Hijo Adoptivo del municipio. En 2020 y 2021 participó en la celebración virtual del 4 de julio por la pandemia del Covid-19.

«Somos el único pueblo del mundo de apenas 500 habitantes que lo celebra así», admitió orgulloso el regidor macharatungo. Sobre las 22.00 horas comenzó la recreación de la vida de Bernardo de Gálvez, con un guion modificado este año en el que se puso un especial énfasis en la vida y trayectoria, no solo del militar, sino también de su familia. Así, se recreó una escena en la corte del rey Carlos III, en la que un tío de Bernardo, José de Gálvez, era el ministro de las Indias.

La 'pequeña Madrid', como era conocida en el siglo XVIII Macharaviaya, conserva muchas de las obras de infraestructura que dejaron los Gálvez, una saga en la que no sólo hubo militares, sino también empresarios y comerciantes. José de Gálvez, tío del militar, construyó la iglesia parroquial de San Jacinto, de grandes dimensiones, y convertida hoy también en el panteón familiar. Además, arregló calles y creó fuentes y conducciones hidráulicas que acabaron con el histórico problema del abastecimiento a la población.

En la recreación histórico-militar participaron la Asociación Cultural Torrijos 1831, la Orden de Granaderos y Damas de Honor de Gálvez y la Asociación Málaga Recreadora. Así se recrearon los huracanes que azotaron a las tropas comandadas por Bernardo de Gálvez, la declaración de guerra de España a Inglaterra o la toma final del fuerte de Pensacola. El responsable municipal de la recreación, Alfonso Aurioles, destacó que «la primera revolución occidental es la independencia de Estados Unidos y ahí se derramó sangre, y ahí se derramó ilusión y ahí hubo españoles».

En efecto, el valiente militar español, que llegó a ser vizconde de Galveztown, gobernador de Cuba y de La Luisiana, y virrey de la Nueva España, lideró la ofensiva junto al general Jerónimo Girón, pero cuando el barco de éste quedó encallado, Bernardo de Gálvez izó la bandera de mariscal de campo y pronunció las palabras que desde entonces lo harían célebre: «El que tenga honor y valor, que me siga. Si no, marcharé yo sólo». Las mismas que ayer pronunció José Gálvez, natural de la localidad axárquica y descendiente del general, y que encarnó un año más a su antepasado ante los aplausos de las cientos de personas que siguieron la representación.

El espectáculo de luces y sonido incluyó bayonetas con pólvora real, lo que hizo aún más atractiva la representación. Tras más dos horas de emoción, los asistentes se marcharon con un gran sabor de boca, con los sones del himno de la alegría, y con el orgullo de que un malagueño, nacido en un pequeño pueblo de la Axarquía, es hoy en día un verdadero héroe en territorio 'yanqui'. El último reconocimiento será darle nombre a una nueva fragata del Ejército, que se llamará 'USS Galvez' (FFG-67) y estará disponible en 2030.