Licenciada en Farmacia por la Universidad de Granada, Luisa Quintana, de 47 años, es natural de Cuevas Bajas. Desde noviembre de 2013 es la farmacéutica de Alfarnatejo. «Voy y vengo todos los días, aunque algunos fines de semana los paso allí con mi familia», confiesa. ... Madre de tres hijos, de 11, 13 y 15 años, asegura que su sitio favorito del pueblo es la iglesia del Santo Cristo Cabrillas, por ser un edificio «muy acogedor, pequeño y cuidado».
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A pocos meses de cumplir ocho años como una alfarnatejana más, propone a los que visiten el pueblo realizar cualquier ruta senderista por los alrededores, como la de los Tajos, «con unos paisajes maravillosos». «Comer en alguno de los dos restaurantes, Los Pirineos o El Colorín», es un merecido premio. A Quintana le gusta pasear también por el pueblo, «por tener calles muy cuidadas, jardines y el parque».
Lo que más le gusta de Alfarnatejo es el carácter de su gente, «abierta y cariñosa». «Lo que menos es que cada vez tenemos menos población, la gente joven se va fuera», se lamenta. Durante la pandemia ha tenido un trabajo «muy intenso». «En el plano psicológico he tenido que trabajar bastante con los vecinos, darles consejos y escucharlos«, sostiene.
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