La 'Ladeá', la peculiar torre de Pisa de Algarrobo

Ahora bien, ¿cuándo se construyó esta peculiar torre vigía malagueña situada en pleno corazón de la Axarquía y cuándo y por qué empezó a torcerse? Para responder a estas cuestiones SUR ha visitado el enclave, que es de acceso totalmente libre, junto al doctor en Historia y especialista en arquitectura militar de la Edad Moderna y Contemporánea Francisco Capilla. No en vano, tras tres décadas como docente en Nerja, este experto, ya jubilado, elaboró una tesis doctoral sobre las 14 torres vigías que hay desde Benajarafe hasta el límite con Granada, en Cerro Gordo.

Como otras estructuras cercanas, la torre 'Ladeá' de Algarrobo fue construida entre 1574 y 1575, según un modelo establecido por el entonces arquitecto del Palacio de Carlos V de La Alhambra de Granada, Luis Machuca. Se ejecutaron tras la rebelión de los moriscos de 1568, para proteger la costa de los ataques de los piratas. La 'Ladeada' o 'Daleá', como también se la conoce entre los algarrobeños, fue construida por un albañil de Vélez-Málaga llamado Diego Pérez Caraballo, según detalla Francisco Capilla.

La estructura tiene una altura aproximada de unos diez metros, dividida en dos niveles. Por un lado está el inferior, completamente macizo, y que es el más dañado por la peculiar forma en la que está. Por otro, está el nivel superior, que es donde se encuentra la cámara de los torreros. «En la parte superior hay una plaza de armas, rodeada de un pretil, al que se accede mediante una escalera embutida en el muro interior», describe el historiador, quien destaca que la estructura, a primera vista, no corre un peligro de caída. Tiene además una puerta-ventana que da a la parte de tierra y otro ventanal opuesto.

La torre esta construida con piedras, concretamente, cantos rodados extraídos del cercano río de Algarrobo o Competín, del que dista apenas 200 metros del cauce bajo. Sin embargo, aunque no está documentado de forma fehaciente, la principal hipótesis que se baraja para explicar la inclinación de la estructura no se debe a la erosión por los arrastres del río o por los temporales marítimos, del que dista más de cien metros. «No sabemos el motivo exacto, pero debió de ser por una cuestión de la cimentación», sostiene Capilla.

Según este historiador de Nerja, «la torre empezó a ladearse muy pronto, aunque no está documentado el momento exacto, pero a principios del siglo XVIII, apenas 125 años después de terminarse, ya era denominada torre ladeada por los ingenieros que venían a la costa». De esta forma, la solución que se adoptó, fue construir otra cercana, que se denominó torre derecha de Algarrobo, a partir de 1754. Está situada a apenas 300 metros en línea recta de la 'Ladeá', hacia el interior, al otro lado de la antigua N-340. En ese caso se trata de una estructura de mucho mayor tamaño, que se encuentra perfectamente conservada, y a la que se puede acceder con el permiso del Ayuntamiento.

A pesar del deterioro aparente y de su gran inclinación, Capilla destaca como en la torre 'Ladeá' aún puede apreciarse una decoración incisa, mediante una técnica de «escarcido, con formas de lágrimas, que hoy prácticamente se ha perdido». La técnica constructiva se basa en el enripiado, con una cobertura de mezcla de cal y arena. Capilla, que recientemente fue reconocido como Hijo Adoptivo de Nerja, la localidad donde trabajó como profesor de Historia en el IES El Chaparil, hasta su jubilación, destaca "la importancia patrimonial" de conservar las torres vigías de la costa malagueña.

«No hay constancia de otra torre ladeada como ésta», advierte sobre su valor patrimonial e histórico. Diferente es el caso de las torres vigías de la costa de Huelva, que fueron dañadas gravemente por el terremoto de Lisboa de 1755. Por su parte, el concejal de Turismo y Cultura, Jacob Gil (PP), ha destacado que la 'Ladeá' y la derecha son un reclamo turístico "de primer orden" para el municipio axárquico, con apenas 6.800 habitantes empadronados, «dada la antigüedad y protección como valor cultural». «Siempre intentamos poner en valor este tipo de torres porque nos diferencian», sostiene.