![Ayo: «¿Jubilarme? Nunca, llevo trabajando desde los seis años, si me quitan esto me muero»](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202008/03/media/cortadas/ayo-kDxH-U110966374979k0H-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
![Ayo: «¿Jubilarme? Nunca, llevo trabajando desde los seis años, si me quitan esto me muero»](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202008/03/media/cortadas/ayo-kDxH-U110966374979k0H-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Ayo no se ve como 'un mito viviente', aunque admite que la gente «le tiene mucho cariño». Y no es para menos. Lleva 52 años al pie del cañón, preparando paellas en su famoso chiringuito de la playa de Burriana, en Nerja. En el verano menos azul de este más de medio siglo, como consecuencia de la pandemia, este polifacético nerjeño –ha sido atleta, actor y empresario–, lanza un mensaje optimista: «Dentro de un año todo esto habrá pasado».
–Un verano muy raro, ¿no?
–Y tanto, el más raro que he vivido en 52 años. Es único en lo negativo.
–Mascarillas, gel hidroalcohólico, distancia de seguridad, miedo al contagio... ¿demasiado incómodo para hacer turismo, no?
–La gente viene preocupada. Media Europa no puede venir. Todo esto se refleja aquí abajo. Aunque el negocio va bastante bien, pero quieras o no, todo esto afecta.
–¿Quiénes están viniendo?
–Muchos españoles y gente joven. Llevamos unas tres semanas en las que han empezado a venir más extranjeros, sobre todo nórdicos, ingleses y franceses. Cada día comen unos 200 extranjeros, pero mi clientela en este tiempo solía ser mitad y mitad, y este año tenemos más nacionales.
–¿Ha bajado, por tanto, la producción de paellas?
–Sí, en un 30%, más o menos. Pero seguimos bastante bien, dentro de la situación en la que estamos.
–¿Cuántas paellas ha podido hacer en estos 52 años?
–Ni idea, no se puede calcular.
–Lo que está claro es que este verano está siendo el menos azul...
–Sí, de azul tiene muy poco. De la pandemia hay que protegerse. Está demostrado que en espacios abiertos hay menos. Hace tres meses si se contagiaban 200, 180 iban al hospital y 20 se quedaban en casa, ahora es al contrario. El virus vino con mucha potencia, y ahora los hospitales están prácticamente vacíos. En seis meses o un año volveremos a la normalidad, esto será como un resfriado normal.
–¿Es tan optimista?
–La gente tiene que viajar, no nos podemos quedar encerrados, si no la economía se pararía totalmente. Si no hay economía, eso es peor que el virus.
–Es un equilibrio muy difícil...
–Sí, pero si nos cuidamos es posible. Si tomas bastante vitamina C y zinc, el virus pasa por tu lado, coge una patera y se va para Marruecos. La alimentación es bastante importante. Mis trabajadores tienen la obligación de tomarse todas las mañanas un gramo de vitamina C con zinc. Y tres veces al día echarse MMS (el llamado 'suplemento mineral milagroso').
–¿Cómo? No está demostrado que eso sea eficaz y está prohibido...
–Hay mucha polémica, por 20 euros puedes tener una medicina. Es mucho más efectivo, pero vale muy poco dinero. No se vende en las farmacias, se lo compramos a un catalán. Esto lo descubrió un científico en África. La gente se moría de malaria y a los cuatro días se curaron. Hay un médico alemán, que vive en Suiza y que ha vivido en Málaga, tenía alzheimer, tomó esto y está mejor que tú y que yo.
–Pero la solución es una vacuna...
–Tengo más fe en el MMS que en la vacuna. Hay un par de ellas, la americana y la de Oxford. Sé que el virus no me va a entrar, si me entra me voy a curar, y si no me curo, me muero. Así de sencillo veo las cosas. No hay que estar todo el día dándole vueltas. Tomo las precauciones que puedo. Pero las mascarillas son una tontería y es un coñazo llevarlas. Epidemias ha habido desde hace cientos de años, no nos vamos a morir todos.
–¿Va a ser entonces éste el único verano oscuro?
–Más oscuro que otras veces seguro. Pero la gente necesita vacaciones. El que vive en la costa no sabe el lugar en el que vive. Si viajas te das cuenta, del clima, de cómo se vive aquí.
–82 años, ¿no piensa jubilarse?
–Nunca, ¿para qué, para morirme, dos o tres años antes? Hasta que el cuerpo resista y mi cabeza funcione estaré aquí. Me levanto a diario a las 6.30 ó 7.00 horas, y me voy el último. Cuando estoy cansado, me voy unos días de vacaciones a La Habana, estoy allí 12 ó 13 días, descanso y vengo nuevo para acá.
–Este año tendrá que cambiar de planes...
–En diciembre o enero se podrá. Cuando pueda viajaré. Volví el 16 de marzo, tres días después de cerrarnos. Estoy acostumbrado a trabajar desde niño, pues empecé a los seis años, si me quitan esto me muero. En los últimos 30 años he estado fuera 60 días cada año, pero no seguidos, seis o siete veces repartidas en el año. Estoy aquí 16 horas al día, tienes que descansar, si no vas a pique. Tienes que equilibrar la energía. La vida es una competición.
–¿Algún sueño por cumplir?
–No, tengo lo que pensé. Con unos diez años me dije que iba a ser deportista, quiero trabajar para mí, fue desenvolviéndose la vida y fue así. Estuve con el equipo nacional de maratón en 1969. He hecho un negocio de la nada, tengo una finca de mangos. Estoy contento con lo que he hecho. He viajado por medio mundo. Lo que me apetece es tener calidad de vida, que por suerte tengo, aunque tus huesos no son los mismos. Hace poco me hice un análisis y lo tenía todo bien.
–Supongo que estará disfrutando con Ouassim Oumaiz...
–Sí, lo he visto crecer desde pequeño. Su padre lleva conmigo 30 años trabajando. Llegó a Nerja y comenzó a entrenar con el club. El niño corre con los mejores del mundo. El padre dijo que su hijo corría con España, porque a él ya lo engañaron una vez con Marruecos. Le gusta el atletismo, disfruta, más que a mí hacer una paella.
–Hace justamente 40 años que se rodó 'Verano Azul'...
–Todavía me tengo que hacer 20 ó 30 fotos a diario en el chiringuito. Los niños que ven la serie, alucinan. Dentro de 30 años seguirá siendo actualidad. Aunque el final era triste, como todo en la vida.
–Para acabar, este verano empezará a funcionar la depuradora...
–Sí, ya está terminada, aunque esto es como cuando te haces una casa, siempre hay pequeños detalles, ahora falta la conexión eléctrica. Cualquier día empezará a funcionar. Ha habido demasiados años con una mala imagen para el turismo, pero aún así estamos siempre llenos en la playa de Burriana. Estoy sorprendido porque la gente se está comportando muy bien con el tema del coronavirus.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.