Para el músico Javier Claros, Salares es «un lugar perfecto, en un entorno perfecto, con un clima perfecto, que merece la pena conocer». «Pienso que es de los lugares más perfectos para vivir, soy un enamorado de la época andalusí y no podría vivir ... en otro sitio«, dice. Si tiene que elegir un lugar del pueblo, se queda con el patio de la iglesia y el alminar árabe.
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«Cuando estudiaba en Granada me encantaba ir a La Alhambra y este pequeño patio reúne muchas características de esa época», describe el artista, que ha tenido «la suerte» de tocar varias veces en este enclave «que te transporta a otra época de la historia«. »Conocí Salares por unos amigos de mi pareja, la primera vez que vine por la carretera de Árchez me impactó mucho las vistas de la Sierra Tejeda«, recuerda.
Si tiene que lamentar algo del pueblo es que esté perdiendo población paulatinamente. «Habría que fomentar más el trabajo entre los jóvenes», sostiene. «Había muchas viñas y se han perdido, sobre todo de la uva Romé«, asegura. La pandemia ha supuesto para él »un frenazo en seco«. No obstante, ha conseguido hacer algunos conciertos grabados.
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