Indemnizan con 320.000 euros a la familia del fallecido tras una fuga de gas en Cantabria

Los hechos ocurrieron a finales de septiembre de 2017. Los malagueños habían partido desde la Cala del Moral para recorrer el norte del país. Pasaron por lugares como Madrid, Bilbao, San Sebastián, Guernica y Bermeo. En la cuarta jornada, tras la excursión por Santander, Castro Urdiales y Santoña, hicieron noche en el hotel Campomar de Isla.

Era el ecuador del viaje. José Manuel y su mujer dormían sin reparar en el mortífero escape de gas que pudo filtrarse por las rendijas de respiración de los cuartos de baño por una mala combustión de la caldera. La habitación del matrimonio fue la más afectada por la fuga de monóxido de carbono, llamado 'gas del sueño'. Cuando a la mañana siguiente algunos miembros del grupo repararon en las ausencias de compañeros a la hora del desayuno, dieron la voz de alarma.

Al fallecido lo encontraron en parada cardiorrespiratoria. Tuvieron que reanimarlo efectivos del 061 para trasladarlo en estado crítico al Hospital Valdecilla. Fuentes sanitarias revelaron que nada se podía hacer por la vida de José Manuel, y desconectaron el soporte vital en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Más fortuna tuvo la mayoría de las 92 personas afectadas por la intoxicación, entre las que se encontraban los compañeros de viaje de José Manuel. Aun así, varios de los vecinos de la Cala del Moral tuvieron incluso que pasar por la Unidad de Cuidados Intensivos antes de recuperarse de la inhalación de monóxido de carbono.

Tras lo ocurrido, desde el despacho de abogados, que representa a siete de los malagueños que resultaron intoxicados y a los familiares del fallecido, han indicado que han logrado que la aseguradora del hotel haya indemnizado a todas las víctimas. Al respecto, han precisado que la entidad Helvetia ha entregado a los familiares del fallecido 320.000, mientras que para los lesionados la suma ha sido de 100.000 euros.

Según Javier de Haro, socio del despacho, tras las diligencias judiciales instruidas «ha resultado irrefutablemente probado el mal estado de la conservación de las calderas del hotel y la posible falta de mantenimiento de las mismas», a la vista de los informes periciales realizados.