El hotel de El Morche reabre para acoger a otros 230 migrantes subsaharianos

Concretamente, según ha podido saber SUR, en este caso serán 230 los migrantes que se espera que lleguen al hotel torroxeño en esta semana, en autobús, procedentes de Madrid, a donde llegan en vuelos fletados por el Gobierno central y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El anterior dispositivo en este mismo establecimiento hotelero, que permanece cerrado en la temporada baja, se saldó con 385 migrantes acogidos, desde finales de octubre y hasta mediados de diciembre, cuando se dio por finalizado.

La ola migratoria en Canarias de este recién terminado 2023 ha sido la más grande de la historia reciente, con más de 31.000 personas que han llegado en cayuco hasta el archipiélago, superando así el anterior pico, registrado en 2005 y 2006. Esta situación extraordinaria obligó al Gobierno central a activar un plan especial de atención, con traslados masivos hasta la península y su reparto por edificios públicos y privados, como hoteles y residencias.

Entre estos estuvo el hotel Urban Beach de El Morche, en Torrox-Costa, un alojamiento de cuatro estrellas por el que han pasado desde finales del pasado octubre y hasta mediados de diciembre un total de 385 migrantes africanos, todos ellos varones, en su mayoría procedentes de Senegal, pero también de Marruecos, Argelia o Túnez, entre otros países. La atención para facilitar su integración en España y Europa ha sido realizado por la Cruz Roja.

Según los datos aportados a SUR por esta ONG, de las 385 personas acogidas en Torrox, 61 presentaban vulnerabilidades, un menor fue derivado a los servicios de protección de la Junta y 64 pidieron protección internacional por distintos motivos. El grueso del grupo, unos 300, se fueron marchando progresivamente «con sus redes de apoyo», según informó a este periódico el coordinador provincial de Cruz Roja, Samuel Linares.

«A diferencia de otros picos de migración, hemos detectado esta vez una mayor dispersión por toda España y no tanta concentración hacia el País Vasco o Cataluña, que eran, a menudo, los lugares de tránsito para ir a otros países», manifestó Linares, que lleva en el puesto desde 2009, por lo que ha vivido otros episodios anteriores similares, como el de 2018. «Son personas que vienen jugándose la vida, subiéndose a un cayuco, para buscarse un medio de vida para sí y su familia, es muy difícil que te salga otra cosa más que humanidad», reflexionó Linares.

En la anterior llegada de migrantes a Torrox se generó una gran polémica en los primeros días por unas declaraciones del concejal de Cultura y Tradiciones Populares, Salvador Escudero (PP), en las que los comparó con animales y dijo en la radio municipal que «no sabemos si van a robar un coche, es como si te ponen una bomba de relojería». La Fiscalía ha abierto diligencias de investigación penal tras las denuncias de partidos políticos como el PSOE, IU y la ONG Málaga Acoge.

«Estas personas viven un periplo muy complicado, no es nada fácil lo que viven, jugándose la vida en una barca de madera a lo largo de más de 2.000 kilómetros en el océano Atlántico, ocho o diez días a la deriva, por mi experiencia en estos años lo que necesitan son miradas de entendimiento, no de odio ni de rechazo», consideró Linares, para quien «la sociedad malagueña en general es consciente, solidaria y empática, aunque pueda haber salidas de tono, pero independientemente de la ideología, tenemos que ser capaces de resolver los problemas de estas personas que vienen buscando una vida mejor».

Por su parte, el alcalde de Torrox, Óscar Medina (PP), ha agradecido que en esta ocasión, tanto la Cruz Roja como la Subdelegación del Gobierno, «con lealtad institucional», le hayan avisado de la llegada al municipio axárquico de estos 230 nuevos migrantes. El regidor ha vuelto a resaltar «la gran labor» realizada por Cruz Roja con estas personas migrantes acogidas en el hotel Urban Beach de El Morche y ha destacado «la ausencia absoluta de incidentes» con los vecinos en la primera acogida, lamentando una vez más las palabras de su concejal de Cultura y Tradiciones Populares, sobre el que ha recordado que pidió «disculpas sinceras» a las pocas horas de saltar la polémica.