Hermanos Ortigosa: «En Rincón de la Victoria se vive muy bien, está en una ubicación estratégica»

El sitio favorito de ambos es la zona de El Cantal, los acantilados que separan Rincón de la Victoria de La Cala del Moral. «Y también la playa, es lo mejor que tenemos», apostilla José Manuel. Para pasar un día perfecto en el municipio, ambos aconsejan pasear por el paseo marítimo, y ahora que llega el buen tiempo, darse un buen chapuzón en la playa. «A los que nos gusta bucear, los acantilados son un sitio magnífico», añade Lolo.

Por su parte, Emilio aconseja no dejar de probar los «exquisitos» espetos de sardinas o un buen pescaíto frito, unos boquerones, en uno de los numerosos chiringuitos. «Uno de mis preferidos es Casa Kiko», dice. La Cueva del Tesoro es otra «visita obligada» para los que acuden al municipio. «Tomarse un buen té en el paseo o un helado de torta 'loca' en heladería Nona«, describen los artistas.

Subir a Benagalbón y visitar la hornacina de la Virgen del Carmen, en la zona del Tajo, son otras dos propuestas que plantean estos hermanos que acaban de lanzar al mercado su tercer trabajo discográfico, 'Dame esa luz'.

Si tuvieran que definir Rincón de la Victoria, ambos destacan que es un pueblo «costero, marinero, tranquilo, donde se vive muy bien, muy cómodo, excepto en verano, cuando se complica». «Se come de lujo, la gente es muy sencilla, hospitalaria, buena gente y tenemos lugares interesantísimos, como la Cueva del Tesoro, la Casa Fuerte Bezmiliana y Benagalbón«, dicen.

Los artistas destacan el vertiginoso crecimiento poblacional que ha experimentado la localidad en las dos últimas décadas. «Se han perdido muchas costumbres, como salir a la calle a tomar el fresco en verano con una silla, ahora hay tanta gente que ya no conoces a los vecinos«, se lamenta Emilio. »Es más incómodo«, apostilla.

Si tienen que quedarse con algo de Rincón de la Victoria, ambos eligen «el olor a mar». «La ubicación es estratégica, estamos a 12 kilómetros de Málaga», dice José Manuel. En cuanto a lo que menos les gusta, coinciden en que «el desarrollo urbanístico no ha sido el mejor». «Echamos de menos que no tengamos un teatro, faltan infraestructuras, ha crecido muy rápido y faltan espacios«, dicen. Con la pandemia añoran »la feria, la romería y cosas sencillas y básicas, como salir a cenar y estar en una barra apretados«.