La Guardia Civil sostiene que la lejía pudo borrar la sangre en el caso de Dana Leonte

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Vélez-Málaga acogió ayer nuevas declaraciones de testigos en el marco de las diligencias penales por la desaparición de Dana Leonte, la joven rumana de 31 años a la que se le perdió la pista en Arenas el pasado junio. Su pareja, Sergio Ruiz, sigue en prisión provisional, investigado por un presunto delito de homicidio después de que se encontrara un fémur de ella en una zona rural a unos cinco kilómetros de la vivienda familiar.

Por las dependencias judiciales pasaron cuatro agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que fueron los encargados de realizar las primeras investigaciones, después de que Ruiz denunciase la desaparición de Leonte y asegurara que se había marchado a Rumanía. Los agentes sostuvieron, a preguntas del abogado de la defensa, Juanjo Moreno, que la lejía que empleó el investigado para limpiar la casa pudo borrar los restos de sangre, ya que en los informes preliminares se apuntó a que había marcadores biológicos de ella, pero no sangre.

También compareció la hija mayor de Sergio Ruiz, de 10 años, quien ratificó su declaración, aunque cuando le mostraron una foto de su padre con las botas que recogió de un contenedor dijo que no eran las mismas. La abogada de la acusación, Antonia Barba, argumentó a SUR que pudo deberse a que las botas estaban sucias.