El extraño comportamiento de un banco de peces en la playa de Mezquitilla de Algarrobo

El extraño fenómeno se produce cuando un banco de peces huye por el ataque de un depredador, refugiándose cerca de la orilla. Lo hacen con tanta velocidad, que centenares de ellos salen fuera del agua y se acaban golpeando contra las rocas, quedando en la orilla. Una docena de bañistas han ayudado a los peces a volver al agua, cogiéndolos con las manos.

Este fenómeno, aunque inusual, es totalmente natural y cada vez se produce con más frecuencia, aunque en verano es mucho más llamativo al estar las playas abarrotadas, como ocurría este domingo en esta franja del litoral oriental de Algarrobo-Costa, en el límite con la Mezquitilla de Vélez-Málaga. De hecho, a mediados del pasado mes de noviembre ocurrió algo muy similar en las rocas situadas justo debajo del Balcón de Europa de Nerja, tal y como ya publicó SUR.

Los biólogos marinos Juan Jesús Martín y Juan Antonio López explicaron entonces a este periódico que se trataba de un enorme banco de lachas, un tipo de pelágicos que son muy abundantes en el Mediterráneo y que tienen un valor comercial inferior a las sardinas. «Es la primera vez que veo algo así en mi vida. Es un fenómeno muy sorprendente, extraño e inédito diría en la costa malagueña», expresó Martín, con más de tres décadas de trayectoria en la investigación y la divulgación sobre el mar de Alborán, que estuvo al frente del Aula del Mar de Málaga hasta su disolución hace apenas un año. «Es probable que huyeran de algún depredador, tipo caballas, delfines o atunes, y que se refugiaran en las rocas por eso», argumentó Martín.

López, que forma parte de la recién creada Fundación Aula del Mar Mediterráneo (FAMM), ratificó esta hipótesis inicial, «parece que huyen de algo y se refugian». «Lo vamos a investigar», apostilló este especialista en el medio marino. «Seguramente huían de grupos de bacoretas, túnidos similares a la melva o el bonito», añadió López, quien consideró que este fenómeno inusual está relacionado con el cambio climático, por el aumento de la temperatura del mar Mediterráneo en los últimos años.

«Estamos detectando grandes bancos de alevines de camarones, lachas, sardinas y boquerones, que pueden estar relacionados con el incremento de las temperaturas del agua, lo que provoca una explosión del fitoplacton y, esto a su vez, produce una reproducción exagerada e inusual de otras especies, es una cadena trófica», argumentó López, quien puso el ejemplo comparativo con los jabalíes, los osos o los lobos en la tierra. «Los depredadores se acercan a la costa porque tienen menos alimento en alta mar por la sobrepesca», expresó.