Nuevo reto de ultrafondo: un Everest a pedales pero en la Axarquía

Por este motivo y eligiendo para su proeza la localidad de Canillas de Aceituno y sus duras rampas, con una ascensión de 6.800 metros de longitud y un desnivel de 494 metros, según recoge la aplicación para móviles Strava, este ciclista gaditano se propuso iniciar este reto este pasado miércoles, para, saliendo a las 4.44 horas de la madrugada, realizar hasta 18 ascensiones y sus respectivos descensos, a la localidad de Canillas de Aceituno, desde el cruce con la carretera del Arco, la A-356.

En total, para completar la proeza, invirtió un tiempo de 16 horas y 6 minutos (14 horas y 15 minutos en movimiento), acabando su aventura a las 20.50 horas de este pasado jueves, tras haber recorrido la friolera de 249 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de nada menos que 8.911 metros. Más que haber subido al techo del mundo, el Everest, en el Himalaya, que tiene 8.848 metros de altitud sobre el nivel del mar.

De acuerdo con José Ángel Zurita «no tengo conocimiento de que en la Axarquía, alguien haya realizado este reto aunque sé que en Málaga, en el Puerto del León, hubo una persona que lo consiguió. Concretamente, fue el malagueño Miguel Solís, en enero de 2022, tal y como ya publicó SUR. «Si es así, me siento orgulloso de haber realizado el primero en nuestra comarca y más concretamente en la falda que da ascenso a la bella localidad de Canillas de Aceituno», ha expresado el deportista.

Zurita también ha aprovechado la ocasión para «dar las gracias a dos compañeros de Torre del Mar, Jaime Ruiz y José Luis López, que me han acompañado durante algunas de las ascensiones para que esas largas horas se me hicieran lo más amenas posible en compañía». Zurita, que en la actualidad también milita como montañero en el Club Deportivo Playas de Torre del Mar ya está pensando en nuevas aventuras para esta temporada 2024 recién iniciada y, de las que en breve, ha asegurado que dará nuevas referencias.

Una pasión por el deporte debido sobre todo a su profesión de Guardia Civil, que tras prestar sus servicios en los equipos de rescate e intervención en montaña (GREIM) de Panticosa y Jaca, hizo que la montaña fuera su forma de vida. Posteriormente, tras diversos cambios de destino, siguió unidas a ellas a través de la bicicleta, con la que intenta conocer lugares perdidos de su entorno como otros lejanos de Pirineos, Alpes, Asturias, etc., así como pequeños retos que le hacen sentirse vivo.

8.848 metros. Para muchos, un número más. Para otros, una de las cifras con más significado del planeta. Hablar del monte Everest es hablar, sobre todo, de alpinismo. Pero últimamente, cuando hablamos del Everest, también lo podemos asociar al ciclismo. ¿Cómo? Con el reto Everesting. Un desafío al alcance de muy pocos, que requiere de mucha preparación previa y fuerza mental.

La idea es muy simple en la teoría. Consiste en acumular más de 8.848 metros de desnivel, es decir, la altura del Everest en una sola salida en bicicleta, lo que en la práctica ya es otro cantar. En este reto, no está permitido dormir, pero sí parar para comer, en cuyo caso, el tiempo no se detiene. También puede validarse y lograr un certificado, en cuyo caso la actividad debe estar registrada en Strava y realizarse con un dispositivo válido.