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Las abundantes lluvias que han descargado sobre la provincia en las últimas semanas siguen dejando estampas para el recuerdo y la esperanza, casi olvidadas en los últimos años debido a la extrema sequía. En el extremo más oriental, Nerja, que presume de ser un 'manantial abundante', como la bautizaron los árabes, Narixa, vuelve a hacer honor a sus orígenes etimológicos.
El líquido elemento no sólo ha vuelto a recorrer el cauce medio y bajo del río Chíllar, sino que ha hecho también brotar de nuevo con mucha fuerza el Nacimiento de Maro. Apenas dos kilómetros en línea recta, el abundante manantial, se precipita al mar Mediterráneo, sobre los acantilados, formando la conocida Cascada Grande de Maro, de unos 15 metros de altura.
El espectáculo es de tal envergadura que en estos días su magnitud puede disfrutarse incluso desde puntos relativamente lejanos como la atalaya que conforma la torre vigía de Maro, tal y como ha podido constatar SUR este domingo. En este conocido enclave eran numerosos los senderistas que al mediodía disfrutaban del fenómeno natural, que se vuelve a repetir con esta intensidad tras el anterior episodio, en la primavera pasada de 2024.
No obstante, lo ideal para verla y sentirla con fuerza es realizar una excursión en kayak desde la playa de Maro o desde Burriana. Sin embargo, las condiciones del mar en estos días no son las más adecuadas para navegar, debido al fuerte oleaje de poniente que está acompañando al tren de borrascas.
La llamada Cascada Grande de Maro, en el extremo oriental del municipio de Nerja, ofrece una imagen espectacular, con un salto de abundante agua dulce, de unos 15 metros de altura y 20 de anchura, que se precipita con un enorme torrente por el acantilado.
La estampa ha sido, lamentablemente, cada vez más inusual en los últimos años debido a la extrema sequía. Así, ni en 2022 ni en 2023 la Cascada Grande Maro apareció, permaneciendo 'dormida' prácticamente todo el año. Únicamente fue visible en días muy puntuales, cuando se han producido algunas descargas de lluvia en la Sierra Almijara. El agua del Nacimiento de Maro se usa para regar la vega de Maro.
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