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El pasado verano se certificó el fallecimiento de uno de los cuatro ficus centenarios que hay en el parque Andalucía de Vélez-Málaga. Fue entonces cuando el escultor local José Casamayor y el galerista Fernando Gil decidieron trasladar al Ayuntamiento su proyecto para devolver a ... la vida aquellos troncos talados e inertes de grandes dimensiones. Lo iban a hacer en forma de esculturas con la madera muerta.
El mes pasado recibieron el encargo oficial a través de un contrato menor, por lo que se han fijado un plazo máximo de un mes para terminar su original obra, debido a los costes que conlleva el alquiler de una grúa. En jornadas de hasta diez horas diarias, ambos artistas están haciendo brotar animales y objetos a partir de lo que en su día fueron ramas, troncos y raíces de un árbol que, paulatinamente, en las últimas dos décadas, fue perdiendo vitalidad. El pasado noviembre colectivos locales le rindieron un homenaje.
A pesar de los esfuerzos municipales, el ficus se quedó sin hojas en la pasada primavera, y tal y como publicó SUR, el Consistorio veleño certificó su fallecimiento en junio. Sin embargo, ya están 'brotándole' una cabra malagueña, un camaleón, una guitarra flamenca, varios libros y un gato sentado sobre ellos, dos manos que se agarran, unas palomas buchonas, unos caracoles, y aún falta la pieza más elevada, un ave rapaz.
"Aún no tenemos claro qué ave será, depende de lo que nos dé de sí la madera", cuenta Fernando Gil en un descanso de la tarea titánica que han emprendido y que les está llevando a trabajar incluso en fines de semana y festivos. Su intención es tener lista la obra a finales de este mes. "Aún tenemos que retocar todas las esculturas, terminar de pulirlas y darles un tratamiento de barniz para conservarlas", cuenta este galerista de arte.
No es la primera intervención de este tipo que ambos realizan en la provincia, pues hace unos años ya completaron otra similar en un eucalipto de grandes dimensiones que también se secó en la barriada malagueña de Churriana. "Aquello gustó mucho al Ayuntamiento y a los vecinos, también hay un camaleón, aves y gatos", describe Gil. Sin embargo, en este caso, han querido hacer aún más guiños a la idiosincrasia y a la historia veleña.
Así, los libros y el gato son un homenaje a la pensadora María Zambrano, que era una gran amante de los felinos domésticos. La guitarra es un recuerdo a las grandes figuras del flamenco local ya fallecidas como Juan Breva o Gitanillo de Vélez. Los caracoles son un tributo a José Martín Ortega, 'Miguiña', un trovador local muerto en 1956. Las palomas buchonas son típicas de la capital de la Axarquía. "Y qué decir de la cabra malagueña, especie autóctona de la provincia, o el camaleón, que sigue en peligro de extinción", apostilla Gil.
Casamayor tiene una dilatada trayectoria artística, con piezas en Vélez-Málaga, como una escultura de Hércules y los leones, una mula en Arenas, un torso masculino en el paseo marítimo de Benalmádena o una ventana en el agua en los Baños del Carmen de la capital, entre otras. Ahora se sumará esta nueva pieza, una alegoría a la historia y la cultura veleñas, hecha de la forma más natural y rústica posible, devolviendo a la vida a un ficus centenario fallecido.
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