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El Gabinete de Estudios de la Naturaleza (GENA)-Ecologistas en Acción no está en absoluto de acuerdo con el anuncio de la Junta de activar los trámites para que una empresa cobre entre seis y doce euros por acceder al río Chíllar de Nerja entre los meses de mayo y noviembre ... . Así, tras conocer el anuncio publicado este jueves en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), han pedido que se prohíba de manera permanente la entrada al entorno debido a la singularidad del enclave natural protegido y acusan a a las administraciones de «mercantilizarlo».
«Como miembro de la junta rectora del parque natural hemos demandado continuamente el desmadre que hay, gran parte del año, en el río Chíllar, que se ha saldado con la destrucción de parte de su biodiversidad: hay aves que ya han dejado de anidar allí, como las rapaces forestales; se ha destruido el hábitat de numerosas especies de insectos acuáticos, que eran la fuente de alimentación de muchos vertebrados en la zona; han desparecido especies vegetales protegidas como el Galium viridiflorum», ha explicado el biólogo veleño y coordinador de GENA, Rafael Yus.
Según ha detallado, esta situación, que se viene arrastrando desde hace más de una década, «motivó a pedir que se hiciera un estudio de capacidad de carga, que tenemos entendido que se hizo pero que no se nos ha suministrado como miembros de la Junta Rectora». «Pero hay más amenazas como el que la zona es una ratonera muy peligrosa en caso de incendio forestal, que no es algo improbable, ya se han producido allí dos. En caso de incendio la capacidad de evacuación es muy reducida y la gente puede morir como mínimo de asfixia», ha considerado este experto en el entorno natural de la provincia.
A su juicio, el Ayuntamiento de Nerja, «muy interesado en crecer en demanda turística, a pesar de que ya tiene índices de masificación imposibles de soportar, siempre ha querido explotar el río Chíllar como recurso turístico, y parece que finalmente lo va a conseguir», ha expresado Yus. Según el portavoz de GENA, «hay varias objeciones a las últimas decisiones, que se hacen de espaldas a la Junta Rectora», ha denunciado. «En primer lugar, un espacio público protegido no se debe mercantilizar», ha considerado el biólogo veleño.
«El precedente que hay es el río Verde, en la zona de Almuñécar, en Granado, pero es porque la entrada está en terreno particular y el dueño pone un precio». «En segundo lugar», ha continuado argumentado Yus, «un aforo de 500 personas es verdad que rebaja los mayores aforos conocidos en verano, pero sigue siendo excesivo». «En tercer lugar, lo importante no es solo controlar el aforo sino impedir los impactos que se generan en el curso del río, y que son inevitables: pisoteo, contaminación acústica, contaminación edáfica (basuras, heces, orinas), etc. y esto no se asegura con las medidas que proponen», ha considerado el portavoz de GENA.
Por lo tanto, desde el colectivo ecologista se han mostrado partidarios de que «se prohíba totalmente el paso a este paraje, como se hace en otros lugares, por razones de protección ambiental que son las primeras a las que hay que atender». «Solo se debe permitir el paso a personas que lo soliciten y lo justifiquen por razones de interés: estudios científicos, fotografía de la naturaleza, conservación, etc.», ha apuntado Yus, quien ha anunciado que van a enviar un escrito a la presidencia de la Junta Rectora, que ostenta dese principios de 2021 la granadina Mariló V. Oyonarte, explicando todo esto y protestando por no discutir previamente el asunto en este órgano consultivo del espacio natural protegido de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
Yus ha mostrado su indignación por la falta de transparencia que ha rodeado la gestación de estas medidas para el control de acceso al paraje del río Chíllar, enterándose del procedimiento seguido por el BOJA de y por su difusión en los medios informativos. El portavoz de GENA ha pedido que, siguiendo la pauta de otros parajes naturales de España, "se desestime este proyecto de mercantilización y que, en su lugar, se cierre completamente el acceso del público, por razones conservacionistas, permitiendo el acceso únicamente tras la presentación de una solicitud que justifique razonadamente dicho acceso por motivos admisibles como los estudios científicos, la fotografía de naturaleza, actividades de conservación y limpieza, etc. y siempre en grupos muy reducidos, no superiores a 10 personas por grupo, con las condiciones que el titular de la Consejería estipule según la actividad que se vaya a realizar, que podría aconsejar la compañía de un agente" y entreguen a esa Consejería una memoria de la actividad realizada".
En caso de no admitirse, GENA solicita que la Consejería de Sostenibilidad "intervenga exigiendo el correspondiente estudio de impacto ambiental de todas las actuaciones previstas por la empresa concesionaria (ej.casetas, adecuaciones, etc.), las normas que debe seguir la empresa para evitar el impacto de los visitantes, y no se resuelva únicamente como actividad del dominio hidráulico". Por otra parte, los ecologistas reclaman que por parte de la Consejería "se inspeccione periódicamente el paraje para ver el cumplimiento de las normas, controlar el sobrepasamiento en la capacidad de carga y el cumplimiento de los controles de los visitantes previsto por la empresa".
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