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Aunque desde octubre de 2020 Nerja dejó de tener el dudoso honor de ser el único gran municipio del litoral malagueño que aún no depuraba sus aguas, al entrar en funcionamiento su primera estación depuradora, los riesgos de la contaminación en las playas persisten. ... Así lo constata el último informe sobre 'Banderas Negras 2022', elaborado por Ecologistas en Acción, que ha incluido, por primera vez desde que se empezó a elaborar en 2005, la concesión de una de ellas al impacto del uso masivo de las cremas solares, distintivo que ha sido otorgado a las calas de Maro.
El informe de los ecologistas señala que se trata de un «importante agente contaminante» debido a la «masificación turística» en las playas semicerradas de las calas del paraje natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Según los ecologistas, los filtros solares que incorporan las cremas de protección solar pueden contener sustancias como los disruptores endocrinos, que constituyen un «importante» peligro para la biodiversidad marina.
Sin embargo, ante estos «atentados ecológicos», surgen «movimientos vecinales» concienciados con la salud de los ecosistemas terrestres, costeros y marinos, «un impulso ante el que las diferentes administraciones hacen oídos sordos», según han asegurado en un comunicado, por lo que «los cambios apenas son perceptibles».
Los vertidos relacionados con sistemas de saneamiento y depuración deficientes y los desarrollos urbanísticos invasivos en el litoral son las principales causas de las 48 'Banderas Negras' concedidas por el colectivo Ecologistas en Acción en 2022 para denunciar la contaminación costera y la mala gestión ambiental. En Andalucía, además de a Nerja, se han concedido banderas por contaminación a El Palmar y Mangueta, pertenecientes a Vejer (Cádiz); la playa de La Rábita-El Pozuelo, en Granada, y la ría de Huelva.
La organización ecologista ha presentado este martes el informe, en el que explican que, «otro verano más se mantienen las problemáticas», tras un análisis de los 8.000 kilómetros de costas españolas, en el que se ha adjudicado una bandera negra por contaminación y otra por mala gestión a cada una de las provincias costeras españolas. De las 48 banderas, 14 se han concedido por «vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración» y otras diez corresponden a «la urbanización de la costa que invade el dominio público marítimo-terrestre», las dos causas más abundantes de este año.
Por su parte, las «afecciones a la biodiversidad» (5 banderas negras), los «dragados y ampliaciones» (4), «el desarrollo de zonas industriales costeras» (4), la erosión del litoral (3), la acumulación de basuras marinas (3) y otras como la «acuicultura» y la «contaminación química» (4), son las otras causas que han justificado la concesión de banderas negras este año. Al litoral de Málaga en su conjunto los ecologistas le han otorgado también una bandera negra «por el ambiguo plan de protección 'no obligatorio' del litoral malagueño y la mala gestión ambiental.
A pesar de la «lentitud de las administraciones», existen algunos caso de éxito gracias a la movilización ciudadana, como por ejemplo las iniciativas jurídicas espoleadas por la presión social ante la crisis del Mar Menor (Murcia) o las mejoras en las depuradoras de Barbate (Cádiz) y Roquetas de Mar (Almería). En el caso del Mar Menor, aunque se han observado «algunas mejoras debido a la presión social», aún queda «mucho por hacer» en este ecosistema que pretende ser el primero de Europa con personalidad jurídica, y por ello sigue recibiendo una bandera negra.
La portavoz de Ecologistas en Acción, Ana Aldarias, ha señalado que a pesar de estos avances, »tenemos que hacer hincapié en que son actuaciones que entran dentro de las obligaciones de las administraciones«, y que todavía »queda mucho por hacer». El también portavoz ecologista, Cristóbal López Pazo, ha añadido que este informe «es una herramienta para visibilizar casos flagrantes de contaminación y mala gestión ambiental de nuestras costas», unos problemas ante los que las administraciones «deben actuar de manera inmediata» para «mejorar la salud de los ecosistemas, la economía y de las propias personas».
La campaña de banderas negras de Ecologistas en Acción nació en 1999 como contraposición a la 'bandera azul', el conocido distintivo que otorga la organización privada ADEAC para premiar el buen estado de las playas. La nerjeña de Maro ha recibido este año precisamente este distintivo, junto a las de La Torrecilla y Burriana. Otras playas andaluzas han recibido también en el pasado ambos distintivos, como ha ocurrido con la playa de La Barrosa (Chiclana, Cádiz), o Peñíscola (Castellón), donde Ecologistas ha denunciado un «urbanismo depredador» del medio natural.
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