El dueño de la finca declara que tapó el pozo con los bloques poco antes de que cayera Julen

Antonio Flores Vila, socio fundador del bufete Lawbird Legal Services, que es el que representa a Serrano, aseguró que la declaración fue «dura por parte de la jueza». Ésta, según apuntó, centró su interrogatorio sobre la forma en la que ocurrieron los hechos, sin entrar en aspectos referentes a las licencias para la ejecución de los trabajos que se realizaron en la finca.

Sin incurrir en contradicciones, siempre según Flores Vila, Serrano contestó a las preguntas que se pusieron sobre la mesa. Al respecto, afirmó que su cliente alertó a la familia del riesgo que existía con el pozo, pero siempre pensando en algún tipo de lesión y nunca en que un niño pudiera precipitarse por el mismo.

Además, el letrado defendió que el pocero nunca tapó la prospección con una piedra de unos 15 kilos, tal y como mantiene el profesional, y que su cliente sí lo hizo en dos ocasiones: «Nuestro representado lo había tapado con anterioridad y luego lo había movido porque estaba con unos hierros trabajando, como ha declarado. Finalmente, el mismo día lo tapa con los dos cantillos de hormigón».

En este sentido, el abogado indicó que Serrano puso los bloques encima de la boca del pozo y que «los encajó como pensó que había que hacerlo». «Ahora queda la duda de cómo fue la caída. No sabemos si se escurrió, si se movió o si perdió el equilibrio, pero es temprano en la instrucción para conocer este aspecto», apuntó.

Lo que sí aseguró es que su cliente no vio este momento, ya que estaba de espaldas a la escena. Aseveró que Serrano se separó por seguridad unos metros de la familia, ya que se encontraba cortando, con una motosierra, leña para el fuego que estaban haciendo para preparar la comida.

En cuanto a las licencias, indicó que el dueño de la finca confiaba en que el pocero se encargaría de estos trámites, tal y como mantuvo ante la Guardia Civil. Juan Martínez Soler, abogado del citado despacho, insistió en que se trata de una labor que correspondía al profesional y que, de existir alguna responsabilidad penal, ésta recaería en el pocero, al que la jueza ha llamado a declarar en el próximo mes de marzo en calidad de testigo, siendo el único investigado David Serrano.

El dueño de la finca no quiso hacer ningún tipo de declaración a los medios al terminar su comparecencia ante la jueza, aunque a su llegada a la Ciudad de la Justicia sí aseguró estar «abatido». Flores Vila indicó que Serrano forma parte de la familia de Julen y que está conmocionado, al igual que añadió que el propietario de los terrenos cuenta con el apoyo de los progenitores del menor.

Martínez Soler recordó que su cliente se encuentra investigado por un supuesto delito de homicidio imprudente, pero que esta figura puede cambiar en cualquier momento durante el procedimiento judicial y que no está condenado. Pidió respeto para Serrano e insistió en que es «cabeza de turco» en este caso.

Finalmente, Flores Vila dijo que se han producido comentarios en redes sociales sobre su cliente que rozan el odio e, incluso, algunos familiares que han llamado asesino a Serrano. Así informó de que estos aspectos serán puestos en conocimiento de la autoridad pertinente.

El dueño de la finca fue el primero en declarar de una larga lista. El resto de personas han sido llamadas como testigos, entre ellos los padres de Julen, la pareja de David Serrano, el pocero, el hombre que realizó la zanja en la que estaba la prospección, los senderistas que auxiliaron a la familia o los guardias civiles que llegaron los primeros a la finca de Totalán.