Dolores Bustamante: «Era la primera en llegar a la feria y la última en salir de la pista de baile»

Acostumbrada a estar siempre de comidas y de visitas de sus hijos (seis mujeres y dos varones), la pandemia fue un golpe para Loli. Una de sus hijas, Eli, lo confirma: «Los primeros meses estaba desanimada y se puso malilla. Estaba acostumbrada a tener siempre mucho 'jaleo' y lo de no salir a ninguna parte no lo llevó bien», asegura la más pequeña de sus hijas.

Ahora el consuelo son los paseos por el huerto y por el parque, como así confiesa Loli. Pero al hablar de ferias y fiestas, su mente se traslada a aquellos buenos momentos que vivía con total normalidad hace tres años: «Era la primera en llegar a la feria y la última en salir del baile. Yo no paraba, me iba a las seis de la mañana», recuerda sin poder evitar que se le escapen las risas contando las anécdotas. Una de ellas, su relación con la juventud del pueblo: «Me acercaba a los jóvenes, me gusta mucho hablar y bailar con ellos. Y la gente ya decía: '¡Ahí viene la Loli!'», rememora.

Se considera «muy asustona» y lo de vacunarse al principio le daba miedo. Pero su hija Eli le explicó que era para que sus nietos pudieran venir a verle y así aceptó. Ahora tiene las dos dosis puestas y ya se queda mucho más tranquila «viendo a las generaciones crecer», ya que tiene diecisiete nietos y unos diez bisnietos. Una gran familia la que ha creado Dolores Bustamante en Macharaviaya.