Miguel de Miguel: «Dicen que tengo gestos de Pedro Sánchez, podría doblarlo en las escenas de riesgo»

–¿Cómo lleva el verano del Covid?

–Hay psicosis, pero estoy intentando que sea lo más normal posible. Eso sí, los fines de semana ni se me ocurre bajar a la playa. Me voy entre semana a otras como El Cañuelo. Llegamos temprano y estamos muy a gusto. Estoy entre Madrid, Córdoba y Nerja. Dos semanas antes del confinamiento abrí con mi mujer un negocio de depilación láser en Córdoba. Tras reabrirlo, está yendo medio bien, fíjate. Parece que se viene una crisis económica, pero dinero hay, aunque la gente está asustada.

–Miedo es lo que más hay...

–No soy de los psicóticos. Hay que llevar mascarilla, la distancia de seguridad, la higiene. Si vengo a ver a mis padres les doy un abrazo con la mascarilla. Nada de besos. Los he obviado en mi vida. Intento hacer vida normal, no podemos vivir metidos en el agujero, asustados. Es grave lo que tenemos, no es una broma. Estamos todos expectantes. Fíjate ahora con el tema del colegio de los niños.

–A nivel profesional, ¿cómo le está afectando el parón pandémico?

–Me pilló en México. Había llegado el 11 de marzo, estaba negociando un proyecto de cinco meses para Telemundo. Llegué asustado, y aunque no quería que se me fastidiara, pero pensé, tengo que salir de aquí cuanto antes. Nadie se imaginaba que iban a cerrar el país. La gente critica la gestión de los políticos, podré estar de acuerdo en cosas y en otras muchas no, pero esto no se lo olía nadie. Antes se vivía con más psicosis, pero creo que hay que aprender a convivir con esto.

–¿Qué ha pasado con ese rodaje?

–Se ha pospuesto sin fecha. México es un país en el que los casos no dejan de crecer. La gente vive en la calle, en la capital hay 25 millones de personas, no puedes encerrarlos. Las cifras que dan de muertos serán bastantes más.

–La interpretación es uno de los sectores más afectados...

–Se están rodando algunas cosas, he hecho pruebas, con medidas de seguridad, pidiendo al equipo artístico que no haga vida social. Un rodaje no se puede parar, es perder mucho dinero. La situación es dramática para muchos sectores, pero para el nuestro especialmente. De México me hablan que para enero, a ver en qué condiciones, no sabemos, hay una absoluta incertidumbre.

–Este año le hemos visto en los nuevos capítulos de 'La que se avecina', pero es en Sudamérica donde es todo un ídolo...

–Sí, en Netflix América tengo cuatro o cinco series como protagonista. Aquí la gente me conoce mucho por 'La que se avecina'. Esto es así. Antes había hecho, hace diez años, dos capítulos que los repiten en FDF y la gente me para por esos. Aquí he hecho muchísimas series. Es cierto que algunos son más secundarios o no se han visto tanto. Esto es así, mira 'La Casa de Papel'. Soy muy amigo de Álvaro Morte. Lo felicité después de verla. Ha sido un bombazo.

–El azar, ¿no?

–Sí, nadie tiene el secreto del éxito. Siempre se comentan casos de actores de Hollywood, Clark Gable con 'Lo que el viento se llevó', John Travolta iba a hacer 'American Gigoló' pero acabó haciendo 'Grease'. Richard Gere iba a hacerla porque la había hecho en teatro.

–¿Cómo fue el papel de líder de la oposición en la serie 'Secretos de Estado' de Telecinco?

–Era un personaje sin demasiado recorrido. A veces no tienes tiempo de preparar los personajes. Tengo una amiga que me dice que cada vez que ve a Pedro Sánchez se acuerda de mí, que le recuerdo mucho, por mis gestos, la forma de moverme. El caso es que cuando hicimos la serie el presidente era Rajoy y Sánchez estaba en la oposición (risas). Tenía que ser un político joven, tipo Macron. Fuimos construyéndolo, es un personaje perverso, manipulador...

–¿Se ve haciendo las escenas de riesgo, doblando al presidente?

–Sí, sí, (ríe). Me veo haciendo todo. Siempre interpretación. Hace poco hice una prueba para un 'thriller' de terror, 'Voces', que al final lo hizo Rodolfo Sancho. Era un registro en el que no había estado nunca. En la escuela de teatro me lo decían, tienes un físico, unas características, siempre te van a llamar para eso, muy pocos lo consiguen, Bardem o Robert de Niro. No huyo de nada, me gusta hacer de todo.

–¿Su mejor papel está por venir?

–Sí, cuanto más mayor eres y más experiencia tienes, mejor actor eres. La experiencia en la vida, los miedos y los complejos que vas dejando atrás, te vas quitando capas y vas llegando más a tu esencia. Mi mejor momento está por venir totalmente. Veo mis primeros trabajos y digo, mira, tenía ilusión. Me veo muchos defectos, me analizo mucho. Hay cosas que digo, esto me lo he creído, tengo verdad. No me disgusto como actor, y hay gente que no se soporta.

–¿Es mitómano?

–No. Veo trabajos que digo, uf, no veas. Vi 'Love in Pablo', de Bardem y Penélope Cruz, y fuera del trabajo, conozco el acento colombiano, sólo el esfuerzo que hace, hay escenas que digo, conecta con algo superior directamente. Me pasa con Antonio de la Torre o con Raúl Arévalo, en el panorama nacional. Internacionalmente, siempre he sido muy fan de Dustin Hoffman, no sé porqué, me parece que tienen mucha verdad. Me pasa con Robert de Niro, Al Pacino me gusta en 'El Padrino', otras cosas no.

–Además de la interpretación, ¿sigue con la música?

–Ahora estoy con la guitarra. Mi hijo lleva dos años tocándola. Estoy todo el día tocando. No aspiro a la guitarra clásica, ni al flamenco, me vale con acordes para canciones. Grabo, canto y compongo desde los nueve o diez años.

–¿Está tentado a sacar algún single o disco?

–No, no (risas). Me fui por otro camino, no aspiro a ser una estrella del pop. He cantado en teatro, zarzuela y en cine he tocado el piano.