Noa era una labradora mestiza de 13 años que desde hace dos vivía en un piso en el centro de Nerja, tras haber estado anteriormente en una finca de la zona. Los padres de Silvia Urbano la adoptaron cuando apenas era una cachorra, junto a ... otra hermana, que murió hace menos de dos años. A ambas las acogieron cuando regentaban una cafetería en pleno centro de la localidad costera más oriental de la provincia, a donde llegaron buscando comida.
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Aunque tenía sus achaques, Noa estaba sana, «pero le costaba hasta subirse a la cama o al sofá», cuenta visiblemente afectada Urbano, de 32 años, para describir «la desesperación» que debió sentir el animal cuando el pasado viernes saltó desde el balcón de la vivienda familiar, situada en un segundo piso, hasta la plaza de La Marina, como consecuencia del «insoportable ruido» de los petardos que estaban tirando debajo del balcón un grupo de personas.
«Por lo que hemos podido averiguar por los demás vecinos, empezaron a tirar los petardos a las 16.00 horas y la perra debió saltar sobre las 18.30 horas», ha apuntado Urbano, que trabaja junto a sus padres en un negocio de comida para llevar situado en la zona del Chaparil. «La perra se movía por toda la casa, hemos descubierto que tenía arañadas paredes y que intentó esconderse en un plato de ducha, la desesperación tuvo que ser tremenda para que saltara por el balcón», ha expresado la dueña.
Urbano ha apuntado que le dejaban el balcón abierto «porque se había acostumbrado a hacer sus necesidades allí, pero que si llegamos a saber que estaban tirando tantos petardos esa tarde hubiéramos ido rápidamente a recogerla», ha apostillado. «No era el Día de Nochebuena ni Nochevieja, era un viernes», se ha lamentado. Sin embargo, la llamada que recibieron fue de la Policía Local. «Una vecina que la vio en el suelo estuvo con ella cuando aún estaba viva, pero cuando llegamos ya había fallecido», ha detallado. «Lo estamos pasando todos fatal, hemos perdido a los tres perros en menos de dos años», ha comentado esta nerjeña, quien ha hecho un llamamiento para que la gente «no tire petardos a cualquier hora y en cualquier sitio».
«Nos gustaría que el Ayuntamiento de Nerja actuara y prohibiera lanzar petardos en Navidades y en otras fiestas», ha expresado la dueña de Noa, quien ha dicho que no han presentado una denuncia formal ante la Guardia Civil «porque no sabemos con certeza quiénes fueron, aunque sospechamos de algunos». «Por favor, enseñad a los niños a que no tiren petardos. Enseñadlos también a que se hagan responsables de sus actos. Porque los niños que estaban tirando petardos, cuando han visto que la perra había saltado por el balcón, lo único que han hecho ha sido salir corriendo», ha protestado esta nerjeña.
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Urbano ha considerado que esto no solo tendría que hacerse por los animales de compañía, «sino también por la salud de las personas con autismo y de los niños pequeños». «Por favor, tomemos conciencia de lo que significa tirar un petardo. Te quiero mucho Noa, ahora descansa tranquila chiquita», se ha despedido la dueña del animal en un mensaje difundido en sus redes sociales.
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Torremolinos dictó un bando el pasado sábado 30 de diciembre en el que comunicaba que quedaba prohibido el uso de pirotecnia «para proteger a la población vulnerable y a las mascotas». Su incumplimiento puede conllevar multas económicas, así como la incautación del material objeto de la infracción.
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