El imponente macizo calizo de las Sierras Tejeda Almijara y Alhama está protegido como parque natural desde noviembre de 1999. Ocupa 40.662 hectáreas, que comparten las provincias de Málaga y Granada. Comprende parte de los términos municipales de las localidades granadinas de Alhama de ... Granada, Arenas del Rey, Játar, Jayena y Otívar, y de las malagueñas de Alcaucín, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Cómpeta, Frigiliana, Nerja, Salares y Sedella.
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La pertinaz sequía mantiene en niveles de mínimos históricos el embalse de La Viñuela, obligando a cortar el suministro de agua para riego desde la presa desde el pasado 1 de octubre y mantiene muy comprometido el abastecimiento a la población de la Axarquía si no se producen lluvias el próximo otoño. Los estragos de la escasa pluviometría de lo que va de año hidrológico, con apenas 215 litros por metro cuadrado en la cuenca del embalse, la mitad que la media histórica de los últimos 15 años, también se están dejando sentir en este privilegiado entorno natural, que hace de abrigo natural de la Axarquía.
Así desde hace ya meses son cada vez más visibles las manchas marrones en los pinares del parque natural, con la muerte de miles y miles de ejemplares por la sequía. El fenómeno es especialmente visible en la cara sur y en las latitudes más bajas del parque natural, especialmente en el entorno más próximo al casco urbano nerjeño. En concreto, en el perímetro que rodea el recinto de la Cueva de Nerja o los bosques más próximos a las urbanizaciones situadas al norte del casco urbano, como Capistrano, son centenares los pinos secos.
Fuentes de la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Málaga, que dirige José Antonio Víquez, han asegurado a SUR que «se ha realizado un informe de la situación y se está investigando la causa» de la muerte de estos miles de ejemplares de pinos. Varios expertos consultados por este periódico han apuntado que entre los factores que están provocando esta situación está, sin duda, la sequía, que debilita los ejemplares más expuestos y en suelos más pobres. La situación es similar a la que está ocurriendo con el pinsapar de la Sierra de las Nieves, de la que se hizo ya eco este periódico.
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Así lo ha expuesto, por ejemplo, el biólogo Miguel Bueno, profesor de instituto en la capital, ya jubilado y gran conocer del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, quien ha considerado que se trata de «la plaga de 'tomicus destruens' o barrenillo de los brotes del pino, que está haciendo estragos en muchos sitios, especialmente en los alrededores de la Cueva de Nerja, la Fuente del Esparto, el Barranco de los Cazadores o la Loma de la Encina». «A veces no queda un pino verde y el espectáculo es dantesco. La sequía ha debilitado los pinos y el ataque del taladrador es tremendo», ha apuntado Bueno, quien ha destacado que «la plaga tiene tratamiento».
En una guía técnica elaborada por la Administración regional, que puede consultarse en internet, se explica que el 'tomicus destruens' (Wollaston, 1865) es un perforador que afecta a 'Pinus sp'. «Los daños que causa a las masas son de dos tipos; por una parte los imagos en la fase de maduración provocan la muerte de ramillos cuando se alimentan de su médula. Por otra parte, y mucho más graves son los daños causados por las larvas. Una vez eclosionados los huevos las larvitas comienzan a alimentarse del floema, introduciéndose ligeramente en el xilema, lo que hace que las galerías queden grabadas en la madera», se explica en la publicación.
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Estas galerías larvarias, en caso de fuerte infestación, interrumpen completamente la circulación del árbol, causando su muerte segura. Inicialmente se produce un amarilleamiento de la copa, que pasa posteriormente a tener un tono rojizo y finalmente muere. Los mayores daños son los que causa sobre las repoblaciones jóvenes o sobre las masas adultas que vegetan en precario. Esta especie se considera como primaria, es capaz de atacar y colonizar árboles sanos, aunque previamente tienen que haberse producido una serie de condiciones que favorecieron su expansión.
Es decir, según la Administración regional, con niveles 'normales' de población, los ataques se producen sobre pies debilitados por cualquier causa, por ejemplo, sequía, encharcamiento, pies derribados por el viento y nieve o sobre restos de cortas. Cuando se produce un aumento importante en la población, los ataques sobre un mismo pie son muy numerosos pudiendo vencer la resistencia a la colonización de un pie sano.
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Su distribución mundial comprende gran parte de la región paleártica, Europa y Asia. En Estados Unidos se descubrió por primera vez en 1992, y desde entonces ha causado graves daños en las plantaciones de árboles de Navidad. En España se ha citado en gran parte de las provincias, por lo que es de suponer que se encuentra en toda la superficie de la península donde hay pinar.
En concreto, en Andalucía se ha encontrado en todas las provincias, causando en ocasiones graves daños. Se ha encontrado sobre las variedades de Pinus sylvestris, Pinus nigra, Pinus pinaster, Pinus pinea y Pinus halepensis. Para la Junta, el mejor control que se puede realizar en zonas susceptibles de sufrir ataques de 'tomicus destruens' es el de los niveles poblacionales. De este modo, si se mantiene la población controlada se evitarán los ataques masivos y mortíferos sobre pies sanos.
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«Por una parte es imprescindible evitar la presencia de pies debilitados, sobre todo por daños debidos al viento, a la nieve, o a los incendios, lo que puede conseguirse mediante actuaciones selvícolas encaminadas a mejorar el estado de la masa, tales como claras y clareos», sostienen desde la Administración regional. Por otra parte, «se debe evitar el aumento de población debido a la colonización de los residuos recientes de aprovechamientos de madera, u ocasionada por el ataque a los pies muertos en fechas próximas a la de penetración del perforador».
Los productos fitosanitarios empleados deben encontrarse inscritos en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para la especie vegetal a tratar y la plaga a combatir, y deben seguirse las recomendaciones de uso especificadas en el envase. Asimismo la eliminación de los envases debe realizarse de acuerdo a lo previsto en la normativa vigente. «Como alternativa y complemento a los métodos de control, en España se ha de llamar la atención sobre el avance en las investigaciones encaminadas a la utilización de feromonas sintéticas para la captura de adultos. Es probable que en un corto plazo se consigan emplear contra esta plaga», apostillan desde la Administración regional.
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