Vélez-Málaga certifica la defunción de uno de sus ficus centenarios

Aunque el certificado de defunción aún no está firmado oficialmente, se trata de una crónica de una muerte anunciada, ya que el Ayuntamiento llevaba más de una década tratando de solucionar los problemas que presentaba el ejemplar, que cada año perdía alguna de sus ramas. Tras la última poda, el árbol apenas mantenía sus enormes troncos, a modo de piernas gigantes. Pero la primavera, que aunque ha sido húmeda en los meses de marzo y abril, no ha sido suficiente para que el enorme ejemplar de la especie 'ficus elástica', también conocido como ficus de hoja grande o árbol del caucho, reviva.

«Estamos a la espera de que nos entreguen un informe definitivo por parte de una empresa externa, pero sí, lamentablemente, todo apunta a que está muerto», ha reconocido a SUR el concejal de Medio Ambiente, Antonio Ariza (GIPMTM), quien no ha aclarado qué harán con los restos vegetales del centenario árbol fallecido. Una de las opciones que se ha podido leer en las últimas semanas en las redes sociales es que se va a reconvertir en una escultura, como ya se hizo hace unos años con un ejemplar de castaño de indias situado junto a la tenencia de Alcaldía de Torre del Mar.

«En ese caso se hizo un trabajo fantástico, y fíjate lo que pasó, que el árbol ha revivido», ha apuntado el edil torreño, quien ha recordado que los problemas con el ficus fallecido en el emblemático espacio público de Vélez-Málaga venían de «muchos años atrás». «Las sucesivas obras en el Paseo de Andalucía y la cercanía con el bloque de edificios lo han perjudicado mucho, es una pena», ha apostillado.

En efecto, este árbol es el que venía presentando de los cuatro ficus centenarios una menor vistosidad desde hace ya décadas, un proceso de deterioro y muerte lenta que, sin embargo, se ha acelerado en los últimos años. Ninguna de las podas y tratamientos empleados han conseguido salvarlo. Sus tres hermanos, que superan los 25 metros de altura, continúan custodiando cada uno de los laterales del emblemático paseo veleño, viendo la vida pasar, como guardianes naturales de la capital de la Axarquía.