La cúrcuma, el superalimento originario de la India que se cultiva en Torrox

Sin embargo, desde hace una década, están realizando también, de forma paralela, un cultivo en el que ellos fueron los pioneros en la comarca oriental y en la provincia, y que aún lo mantienen, la cúrcuma. Se trata de un rizoma o tallo subterráneo originario de la India, que tiene unas grandes propiedades culinarias y beneficios para la salud. De hecho, está catalogado como un 'superalimento' por los expertos en nutrición. De color amarillo intenso y con un olor inconfundible, esta especie proviene de la raíz naranja de una planta herbácea perteneciente a la familia de las 'zingiberáceas', originario de la India e Indonesia.

Su nombre científico es 'cúrcuma longa' y cuenta con una gran tradición histórica. Así, hay evidencias de que sus primeros usos se remontan entre los años 610 antes de Cristo al 320 antes de nuestra era, cuando fue empleada como colorante para la lana, gracias a su color amarillo-naranja intenso. Posteriormente, fue adoptada por la gastronomía hindú como colorante alimentario, para darle un sabor peculiar a las comidas y por formar parte del popular curry, una salsa muy consumida en todo el mundo.

Entre los beneficios para la salud de la cúrcuma destacan los compuestos que contiene, los llamados curcuminoides, como la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina, que le otorgan grandes propiedades medicinales. Así, sus aceites volátiles, proteínas, resinas y azúcares, también contribuyen a su poder sanador. Además, para completar su perfil de 'reina de las especies', también contiene fibra dietética, vitaminas C, E y K, niacina, sodio, calcio, potasio, cobre, magnesio, hierro y zinc.

Entre las propiedades beneficiosas de la cúrcuma, destacan que alivia el malestar estomacal, sirve para tratar los trastornos hepáticos y es un potente antiinflamatorio. En la medicina tradicional china se usa la cúrcuma para tratar la depresión, la tristeza y la infelicidad. El extracto de cúrcuma, o lo que es lo mismo, la cúrcuma en polvo, estimula el sistema nervioso, activa el sistema inmunitario y despierta el estado de ánimo. Es ideal para reducir los niveles de estrés, ya que produce un aumento de serotonina. Por esta razón, es muy utilizada en personas con depresión, así como con otros trastornos relacionados.

«La descubrí leyendo por internet, cuando vi lo perjudicial que es para la salud el consumo del colorante químico alimentario que se sigue vendiendo todavía en España, cuando está prohibido en la mayoría de los países», cuenta Ruiz, quien consiguió sus primeras semillas de cúrcuma y comenzó con un cultivo «que no es muy rentable si echas las cuentas de las horas de trabajo que tiene, ya que hay que preparar muy bien la tierra, ponerle un sistema acolchado con plásticos biodegradables, y luego con la recolección hay que hacer un gran esfuerzo para limpiar los rizomas, que están enterrados», enumera el agricultor torroxeño.

Pero, a pesar de esta gran dedicación que requiere, el matrimonio mantiene el cultivo año tras año, gracias a la confianza de los clientes. En este mes están en plena recolección. El cultivo se siembra en febrero o marzo y se recoge entre diciembre y enero. Los dos hijos del matrimonio, David, de 9 años, y Javier, de 5, se divierten también ayudando a sus padres en las tareas agrícolas en la finca torroxeña. Cuentan con un distribuidor que les compra la mayor parte de la producción una vez limpia, que ronda la tonelada anual, para venderla luego en países europeos como Francia, Alemania, Bélgica, Holanda o Suiza. El 10% restante lo comercializan en tiendas de proximidad y herbolarios, pues disponen de certificación ecológica.

Ruiz y Martín consiguen comercializar su cúrcuma con certificado ecológico, en grandes cantidades, a entre cinco y seis euros por kilo, mientras que cuando lo venden directamente a través de su página web, Cúrcuma de Málaga, y en las redes sociales cuesta 22 euros. «La cúrcuma que viene de fuera, de importación, es mucho más barata, pero no tiene ni punto de comparación con la frescura, el sabor y el olor de la nuestra», puntualiza Ruiz, quien advierte que no es un cultivo para apostar decididamente por él «porque tiene muchísimo trabajo y requiere de bastante agua, eso sí, no tanta como el aguacate, pero sí más que los mangos», describe.

Así, en su caso, de momento, están pudiendo seguir regando las parcelas, al disponer de agua de varios pozos en la comunidad de regantes a la que pertenecen sus fincas, situadas en la zona de Torrox-Costa. «Necesitamos que llueva bien y pronto, si no esto va a ser una ruina total», puntualiza sobre la extrema sequía que azota a la provincia y muy especialmente a la Axarquía. Ruiz no es el único agricultor de Torrox que cultiva cúrcuma. Álvaro Bazán también lo ha hecho en los últimos años, con una parcela de unos 500 metros cuadrados, tal y como ya publicó SUR en abril de 2021.