Así está la Cascada Grande de Maro tras las abundantes lluvias de la Semana Santa

Siete días después de que los cielos descargaran con generosidad sobre toda Andalucía, con registros que rondaron los cien litros por metro cuadrados en el litoral malagueño, la llamada Cascada Grande de Maro, en el extremo oriental del municipio de Nerja, sigue ofreciendo una imagen espectacular, con un salto de abundante agua dulce, de unos 15 metros de altura y 20 de anchura, que se precipita con un enorme torrente por el acantilado.

Acercarse a menos de 20 ó 30 metros, ya sea con un kayak, una tabla de pádel surf o los numerosos valientes nadadores, pertrechados con sus trajes de neopreno, era al mediodía de este domingo una auténtica gozada para los sentidos, tal y como ha podido experimentar en primera persona SUR. El estruendo del agua cayendo directamente al mar, tras brotar apenas unos 500 metros más arriba de las entrañas de la Sierra Almijara, y tras atravesar el barranco del Sanguino o Campillo, es de una enorme belleza.

La estampa, muy inusual en los últimos años debido a la extrema sequía, no se producía con esta magnitud, de más de 20 metros de anchura, desde al menos la primavera de 2020, la del confinamiento por la pandemia del Covid-19. Al año siguiente, que aún fue algo más generoso en lluvias, se mantuvo buena parte del verano. Sin embargo, ni en 2022 ni en 2023 la Cascada Grande Maro había aparecido, permaneciendo dormida prácticamente todo el año. Únicamente ha sido visible en días muy puntuales, cuando se han producido algunas descargas de lluvia en la Sierra Almijara.

Este domingo, a pesar de la nubosidad por la abundante calima, han sido decenas los turistas y visitantes que no han querido perderse este espectáculo, contratando una excursión con la empresa Educare Aventura, concesionaria del servicio de alquiler de kayak de mar en la playa de Burriana. A pesar del suceso que ha provocado el incendio de unas cuarenta de sus canoas, han podido seguir operando en la zona con cierta normalidad.

En Maro respiran aliviados por esta recarga espectacular del acuífero, después de que en la antesala de las pasadas Navidades, a mediados de diciembre, el descenso del mismo obligara a decretar que el agua no es apta para el consumo por el exceso de radiactividad natural. 

Este parámetro mejorará con seguridad en estos días, aunque, de momento, las autoridades sanitarias no han comunicado que el agua vuelva a ser potable. El Ayuntamiento ha completado, por si acaso, la conexión de la pedanía, con apenas 800 habitantes, con la red general de Nerja, aportando recursos desde el acuífero del río Chíllar.