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Los servicios de emergencias continúan buscando a esta hora al joven Fidel Jiménez Marín, un vecino de Vélez-Málaga de 23 años, que desapareció al mediodía de ayer mientras buceaba junto a dos compañeros en aguas de La Aceitera de Trafalgar, frente a las costas de la localidad gaditana de Barbate. El submarinista se lanzó al agua desde una embarcación para practicar la pesca a pulmón. En la segunda inmersión, tras unos segundos, su cuerpo salió a flote, inconsciente, sin que sus dos compañeros pudieran socorrerlo.
Unidades de la Guardia Civil, Protección Civil y Policía Local lo buscan, junto a varias unidades aéreas, sin resultado por el momento, según han explicado a este periódico fuentes familiares. Los padres del joven veleño se encuentran en las inmediaciones del puerto barbateño a la espera de noticias sobre el paradero de su hijo. Su progenitora, Montserrat Marín, rota de dolor, ha explicado a SUR que su hijo llevaba un mes viviendo en la zona y trabajando en una pizzería por las tardes, de forma que por las mañanas se dedicaba a «su gran pasión» desde pequeño: la pesca submarina.
«Estuvo seis meses viviendo en Inglaterra, pero se vino, ha trabajado en un catamarán de Caleta de Vélez, su vida es el mar, le gusta el submarinismo desde que tiene diez años», ha expresado la madre, quien confía en tener noticias sobre el paradero del cuerpo de su hijo «cuanto antes». No obstante, es pesimista, «ya por lo menos que me entreguen el cuerpo», ha asegurado entre lágrimas. Fidel tiene un hermano de 10 años y su padre, que se llama igual que él, tiene un negocio de escayolas en la capital de la Axarquía.
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