Tras las abundantes lluvias de esta Semana Santa en Málaga, otra imagen para la esperanza es la que deja este lunes el cauce medio y bajo del río Chíllar de Nerja, hasta la desembocadura en la playa de El Playazo. Eso sí, si el 'reventón' del nacimiento del Guaro en Periana es una imagen extraordinaria ... , que no se repetía desde 2016, en el caso del río nerjeño no es algo tan inusual, ya que cada vez que hay fuertes precipitaciones, de alrededor 50 ó 60 litros en la cabecera del río, que nace a 1.200 metros de altitud, debajo de Piedra Sillada, en el parque natural de la Sierra Almijara, se producen estas crecidas.
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Sin embargo, la imagen de este lunes es muy espectacular, con una importante corriente que va río abajo, directa al mar y que contribuye a la recarga de los numerosos pozos que hay a lo largo de todo el cauce. Al estruendo del agua a su paso por los diferentes badenes y pasos a nivel, como el que da a acceso al pago rural de Los Almanchares, junto a la antigua cantera de áridos situada ya en el vecino término municipal de Frigiliana, se suma el hecho de que los agricultores de la zona no están, lógicamente, regando sus campos, por lo que no hay aprovechamientos en este sentido de los recursos fluyentes.
La estampa del imponente caudal del río Chíllar es aún más llamativa si se tiene en cuenta que desde finales de noviembre de 2022 el acuífero nerjeño está trasvasando, por primera vez en su historia, agua para el abastecimiento de una parte de la Axarquía, principalmente a Torrox, Algarrobo y parte de Vélez-Málaga, a razón de entre 50 y 100 litros por segundo. A ello se suma el aprovechamiento humano y agrícola en Nerja.
De esta forma, durante unos días más el río nerjeño seguirá ofreciendo una estampa, lamentablemente, cada vez más inusual en los últimos años debido a la extrema sequía provocada por el cambio climático, avisan los especialistas. Los aportes de agua son aún mayores ya que el río Higuerón vierte sus recursos al Chíllar a apenas dos kilómetros de la desembocadura nerjeña.
Cabe destacar que desde que hay registros históricos, únicamente en el año 2011 el río nerjeño llevó agua durante todo el año en su desembocadura, incluso en los meses de verano, debido a la extraordinario pluviometría registrada en 2010, cuando se rebasaron los 1.200 litros por metro cuadrado en Nerja.
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