La Axarquía apela al consenso de los municipios para permitir el llenado de las piscinas

Ante la perspectiva de que finalmente la Junta de Andalucía decida pasar la 'patata caliente' a los ayuntamientos, advirtiéndoles de que en ningún caso podrán sobrepasar los 200 litros de consumo diarios, frente a los 160 aprobados el pasado febrero, los consistorios malagueños vienen haciendo constantes apelaciones al consenso, como el alcalde de la capital, Francisco de la Torre (PP), especialmente después de que su homólogo en Estepona, José María García Urbano (PP), haya manifestado que sí van a autorizar todos los usos de las piscinas en la localidad.

Por su parte, en la misma línea que De la Torre se han pronunciado en la Axarquía. En este sentido, el presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Oriental, Jorge Martín (PP), y el consejero delegado de Axaragua, Daniel Cívico, han mantenido este pasado martes una nueva reunión periódica, correspondiente al mes de abril, con los alcaldes y concejales responsables de Aguas de la zona oriental.

En ella, se ha vuelto a analizar la situación del embalse de La Viñuela que este miércoles se encuentra con 31,23 hectómetros cúbicos, esto es, al 19,01% de su capacidad. También se han abordado las medidas de ahorro de agua adaptadas por los ayuntamientos aprobadas por el Comité de Gestión de Sequía de las Cuencas Mediterráneas el pasado mes de febrero, justo antes de las lluvias.

Con respecto al llenado de las piscinas, el presidente de la empresa pública Axaragua, Jorge Martín, ha abogado en un comunicado «por el consenso de todos los municipios» en la toma de la decisión definitiva, pero ha recordado que «los ayuntamientos son los que tienen competencia en esta materia». No obstante, ha señalado que han quedado emplazados para una nueva reunión, en la que analizarán con detalle «qué margen existe para el llenado de piscinas de cara al verano».

En este sentido, la Mancomunidad Oriental ha propuesto por escrito a la Junta de Andalucía que se autorice el llenado y rellenado de las piscinas privadas y comunitarias que no tengan un uso turístico con agua no potable procedente de pozos de la zona, ya que posteriormente reciben los correspondientes tratamientos de cloración y depuración una vez que son vertidas en los vasos.