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El cambio climático sigue dejando imágenes para la historia... en la tierra y también en el mar. Aunque los avistamientos de ballenas son relativamente frecuentes en alta mar, no es para nada habitual contemplarlas a unos pocos cientos de metros de la costa. Esto fue ... lo que le ocurrió en la tarde noche de este jueves a German Luque, un policía local de Torrox aficionado a la pesca. Cuando se encontraba navegando junto a su familia frente a la playa de Ferrara, a apenas 800 metros metros de distancia de la orilla, vio dos enormes ejemplares de rorcual común, una especie de ballena en peligro crítico de extinción que llega a medir hasta 27 metros de longitud y que está considerado el segundo ser vivo más grande del planeta, tras la el rorcual azul.
«Las he visto así cerca también, y no hay duda, son como esas dos que grabaron en La Herradura, ayer igual, a la misma hora y recorrido, entraron de mar adentro hacia Torre del Mar y se dieron la vuelta frente al hotel Iberostar en la playa de Ferrara», ha relatado Luque a este periódico. «Llevo muchos años pescando y en mi vida había visto algo así, delfines sí se ven a menudo, pero ballenas nunca», ha añadido este torroxeño. «Solo me acerqué un poco porque mi mujer estaba muy nerviosa, chillando», ha confesado el agente policial.
Por su parte, el presidente de la Fundación Aula del Mar Mediterráneo, Juan Antonio López, tras visionar este vídeo, ha confirmado que se trata de ejemplares de rorcual común, «seguramente son los mismos« que se han visto en días anteriores en La Herradura, en Almuñécar, en la vecina provincia granadina y frente a las costas de la pedanía nerjeña de Maro. Así, el periódico 'Ideal' de Granada ya se hizo eco de estos primeros avistamientos este pasado martes, compartiendo un vídeo grabado por unos buceadores de La Herradura.
«Son mamíferos que entran al mar Mediterráneo desde el océano Atlántico para criar. Normalmente viajan a varias decenas de millas de la costa, pero como consecuencia del cambio climático, estamos detectando un 'bloom' de plancton y de krill, que son gambas muy pequeñas, que es su principal alimento, y por eso se han acercado tanto a la costa. No es normal, ni habitual, pero es que estamos registrando temperaturas inusualmente altas en el mar y reproducciones de peces incluso en otoño», ha argumentado López.
«Estas ballenas viajan largas distancias, tienen comportamientos migratorios, como las aves, y de vez en cuando hacen paradas para descansar y alimentarse. Al haber detectado estos bancos de plancton tan cerca de la costa, en el entorno del paraje natural de los acantilados de Maro-Cerro Gordo, han decidido hacer un descanso, digamos que se han venido de vacaciones a la costa de la Axarquía y a la Costa Tropical de Granada», ha expresado el biólogo marino. Estos rorcuales comunes están muy amenazados, ya que fueron cazados masivamente en siglos anteriores y sufren a menudo accidentes al chocar con buques mercantes. Cabe recordar que en enero de 2022 apareció muerto un ejemplar en las playas de Estepona. Medía más de catorce metros.
Por su parte, los profesionales del Centro de Buceo Open Water de La Herradura fueron los primeros en compartir un vídeo con estos dos rorcuales comunes. A estos animales también se les conoce como ballenas de aleta. Otros tipos de rorcuales que aún quedan en el planeta Tierra se encuentran en varios océanos, aunque solo los rorcuales comunes se adentran en el mar Mediterráneo. Estos cetáceos habitan en aguas templadas y polares.
El primer avistamiento se produjo el día de Navidad cerca de la bahía de La Herradura y de la Punta de la Mona, tal como confirmó el Ayuntamiento de Almuñécar. Los empleados de Open Water han explicado a través de sus redes sociales que últimamente atisban «delfines casi a diario, pero ver ballenas no es tan habitual» y se han mostrado muy emocionados: «Qué suerte de mar tenemos», han expresado en su perfil de Instagram.
Por su parte, López ha recordado otros episodios recientes relacionados con el cambio climático en el Mar de Alborán, como los grandes bancos de peces lacha detectados a mediados del pasado mes de noviembre junto al Balcón de Europa, que huían de un depredador, o la presencia masivas de salpas, un tipo de invertebrados, similares a las medusas pero que no son urticantes, que han aparecido en las últimas semanas en distintas playas del litoral malagueño, desde La Cala del Moral hasta Torremolinos y Manilva. Estas salpas ya aparecieron masivamente en la Axarquía en junio de 2019, tal y como publicó entonces SUR.
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