Almudena Martín: «La casa donde vivía de pequeña ahora es mi medio de vida»

Aquella finca donde iba los fines de semana a jugar y trabajar con su hermano finalmente acabaría siendo su trabajo. «Llegó un momento en que vimos que esto era muy grande y se decidió convertirlo en un alojamiento rural. Mi casa de pequeña es ahora mi medio de vida», admite la joven. Se trata del Cortijo Las Monjas, que nació en 2002 y se nutre de apartamentos turísticos con capacidad de entre 16 y 25 personas.

Estudió Administración y Dirección de Empresas y luego no ha dejado de hacer cursos en formación y gestión del turismo. «Ahora mi hermano Nacho y yo somos los socios de esta empresa familiar, ya que mis padres ya están jubilados», añade la gerente de este empresa turística. Además, la familia sigue viviendo en este cortijo en una parte reservada para ellos y, este verano, estarán muy bien acompañados. «Tenemos junio, julio y agosto llenos de reservas. Ahora también estamos muy enfocados a los retiros y a la formación para el profesorado de yoga», confiesa Silvia. «Lo mejor que tiene este pueblo es la gente y la zona, es un privilegio estar donde estamos».