Las administraciones públicas llevan más de dos décadas intentando luchar contra con el mejillón cebra, una especie exótica invasora procedente del Mar Negro que se descubrió por primera vez en los pantanos del Conde del Guadalhorce, Guadalteba y Tajo de la Encantada en octubre de 2014. Ahora la especie se ha extendido también hasta el embalse de La Viñuela. Al menos, así lo se ha comunicado la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible a las organizaciones y colectivos que conforman el Comité de Gestión de Aguas de Málaga.
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El hallazgo se ha producido a raíz de unos ensayos realizados en el pantano, lo que ha llevado a la Administración andaluza a anunciar la puesta en marcha inmediata de las «medidas oportunas». La Consejería de Agricultura realiza labores de prevención y control frente a mejillón cebra desde 2007.
Debido a su alta capacidad reproductiva y a la ausencia de depredadores específicos, el mejillón cebra coloniza rápidamente los embalses afectados provocando graves perjuicios ecológicos y económicos al dañar las infraestructuras asociadas a aprovechamientos e instalaciones del agua (centrales eléctricas, conducciones de agua potable, redes de riego...).
En España apareció por primera vez en la cuenca del Ebro en el año 2001. En Andalucía se localizó en el año 2009 en el pantano de los Bermejales, en Granada, y poco después en el de Iznájar, en Córdoba, ambos en la cuenca del Guadalquivir. En el 2015, se ha comprobado su presencia en el embalse de la Breña (Córdoba) y en el embalse de Zahara-Gastor (Cádiz).
Es un mejillón no comestible de agua dulce, con especial preferencia por las aguas de embalses y pantanos, que puede alcanzar unos tres centímetros de longitud y con un característico dibujo de bandas blancas y negras en zigzag en la concha que le da su nombre y que lo hace muy reconocible.
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Entre las medidas que se están llevando a cabo para detectar la presencia del mejillón cebra por la Consejería destaca la realización de análisis de agua trimestrales en todas las presas de Cádiz, Málaga y Granada y quincenales en los pantanos: Conde de Guadalhorce, Tajo de la Encantada y Guadalteba, en la provincia de Málaga; y Almodovar, Barbate, Arcos, Bornos, Celemín, Guadalcacín, Los Hurones y Zahara, en Cádiz.
Según el coordinador del Gabinete de estadios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), Rafael Yus, lo más probable es que se haya podido introducir a través de barcos y piraguas. «Lo lamentable es que reproducen con mucha rapidez y seguro que traerá consigo muchos problemas. Son sedentarios y buscan lugares por los que circule el agua y la lucha contra esta especie invasora es muy costosa», ha manifestado Yus.
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Desde la empresa de Aguas de la Mancomunidad de la Axarquía, Axaragua, que gestiona el agua en alta del embalse y que suministra a 14 pueblos de la comarca, ya se ha anunciado que instalará estaciones testigos en las planta decantadora y de filtros de El Trapiche, con el fin de detectar su presencia y actuar con celeridad.
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