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El cambio climático está causando estragos en las masas forestales de la provincia, especialmente en el parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama y en los Montes de Málaga. La muerte de miles de ejemplares de pinos como consecuencia de la extrema sequía es uno de los ejemplos más visibles. ... Masas forestales completas que parecen que hubieran ardido, aunque en este caso se trata de un gigantesco incendio, pero sin llamas ni humo, una muerte silenciosa que se viene agudizando en los últimos años como consecuencia de la falta de lluvias.
Para tratar de buscar soluciones a esta situación y abordar medidas para afrontarla, Nerja se ha convertido, desde este pasado martes y hasta este jueves, en el epicentro del debate nacional e internacional en torno al desafío que supone la gestión de las masas forestales del Mediterráneo frente al cambio climático. En concreto, la localidad costera más oriental de la provincia, que suma un 85% de su término municipal protegido, ha acogido las jornadas de la Red Ibérica de Decaimiento Forestal Inducido por el Clima (ReDec).
El delegado territorial de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Málaga, José Antonio Víquez, ha destacado en el transcurso de su participación en la cita que el Gobierno andaluz «promueve la investigación forestal y la adaptación de los montes de Andalucía al cambio climático». Así, este encuentro, pionero en el ámbito de la investigación y gestión forestal a nivel nacional, tiene precisamente como objetivo abordar uno de los problemas más urgentes que afectan a los bosques ibéricos: el deterioro forestal inducido por el cambio climático.
Acompañado del técnico de la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad, José Ramón Guzmán, Víquez ha destacado que, actualmente, la Junta «promueve la investigación forestal y la adaptación de las masas forestales, mediante la selvicultura y otras vías sostenibles, a las previsibles condiciones de los entornos naturales de medio a corto plazo, en aplicación del clásico principio de persistencia del monte y del más moderno de sostenibilidad».
En este contexto, y según han apuntado desde la Junta en un comunicado, Víquez ha subrayado «la importancia crucial de la investigación y la transferencia del conocimiento para hacer frente a los retos que presentan el deterioro de los ecosistemas forestales, particularmente en el contexto de un clima cada vez más extremo, con un aumento progresivo de las temperaturas y periodos de sequía prolongados, algo en lo que ya viene trabajando la Junta de Andalucía».
«Cada sociedad debe dotarse de las herramientas necesarias para afrontar los retos de su tiempo. En nuestro caso, ciencia e investigación, combinadas con una gestión adaptativa, son esenciales para garantizar el éxito en la conservación de nuestras masas forestales», ha señalado. Y es que, según ha argumentado, la situación actual exige medidas urgentes para estudiar y mitigar los factores que provocan la pérdida de vigor de los sistemas forestales andaluces.
Estas jornadas, que cuentan con la colaboración de la Universidad Pablo de Olavide, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como de la Red de Seguimiento de Decaimiento Forestal, la Asociación Forestal Andaluza (AFA-Profor) y el Ayuntamiento de Nerja, entre otros, se han presentado como una plataforma de intercambio de conocimientos y experiencias entre investigadores y gestores forestales.
Las jornadas de la Red Ibérica de Decaimiento Forestal Inducida por el Clima se han estructuran en tres partes. El primer día estuvo dedicado a los investigadores de la red ReDec, permitiendo la discusión de las líneas prioritarias en la generación de conocimiento sobre el decaimiento forestal. El segundo, de carácter público, reunió a gestores de diversas comunidades autónomas, representantes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y expertos de la Red Ibérica, para debatir sobre la gestión de los fenómenos de decaimiento en distintos territorios y proponer líneas conjuntas de acción.
El tercer día ha culminado con una salida de campo, donde los participantes han visitado diferentes zonas de la provincia de Málaga afectadas por el deterioro forestal, con el objetivo de analizar, in situ, las medidas problemáticas y las de gestión que se están implementando. Víquez ha recalcado que el deterioro de los bosques, especialmente en zonas mediterráneas como Andalucía, es una problemática que debe ser abordada desde una perspectiva integral. «Las soluciones pasan por una gestión adaptativa, que responde a las condiciones cambiantes del medio y por la implementación de medidas de restauración y resiliencia que garantizan la persistencia de nuestros ecosistemas forestales», ha añadido.
Este deterioro de las formaciones forestales en numerosas zonas de Europa se ha asociado, generalmente, a la contaminación o a la acción de factores bióticos. «El estudio en profundidad de estas situaciones permitió relacionarlas con agentes nocivos individuales, especialmente enfermedades o agentes ambientales, o bien con la confluencia de varios factores», ha explicado.
En este sentido, ha abundado en «el compromiso de la Junta de Andalucía con la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad de los recursos naturales». «El cambio climático es un desafío global, pero sus efectos se manifiestan de manera local. Por ello, es fundamental que desde Andalucía sigamos impulsando la investigación y la gestión adaptativa de nuestros bosques», ha dicho.
Víquez ha añadido que Andalucía es «particularmente vulnerable a los fenómenos de decadencia forestal», como lo demuestran los casos recientes en las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, y en los Montes de Málaga. Uno de los objetivos clave de estas jornadas ha sido la transferencia del conocimiento científico generado en los últimos años a los gestores forestales, con el fin de implementar estrategias efectivas de mitigación y adaptación.
Sobre ello, han indicado que la colaboración entre las distintas comunidades autónomas y las entidades nacionales e internacionales implicadas en la gestión forestal es vital para generar una hoja de ruta común que permita enfrentar los retos derivados del cambio climático. «Las jornadas de la Red Ibérica de Decaimiento Forestal Inducida por el Clima representan un primer paso hacia la creación de un grupo de trabajo que coordina y comparte experiencias y conocimientos entre las regiones afectadas», ha concluido.
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