Advertencia del Ayuntamiento de La Viñuela a los vecinos con facturas de agua desorbitadas

Los residentes han manifestado en estos últimos días, desde que SUR se hizo eco en exclusiva de los casos más abultados, que si no les hacen caso y recalculan los recibos desde el Ayuntamiento viñolero, acudirán al Defensor del Pueblo Andaluz e interpondrán denuncias en los juzgados de lo contencioso-administrativo. De hecho, han localizado una resolución del Defensor del Pueblo Andaluz relativa al año 2011 en la localidad sevillana de Écija en la que se detectaron lecturas erróneas por la entrada de aire en las conducciones como consecuencia de los problemas de presión en la red. El Ayuntamiento ecijano tuvo que acabar rectificando los recibos.

Entre tanto, hasta que se resuelve este conflicto y se determina si efectivamente existe un problema técnico, como sostienen los afectados de La Viñuela, que aluden a «lecturas erróneas de aire por los supuestos cortes y problemas de presión» que denuncian que han venido sufriendo en estos últimos meses, mientras que el Consistorio defiende que las lecturas «son correctas», el Ayuntamiento ha dado una nueva vuelta de tuerca a la polémica situación que se vive en esta localidad situada en pleno corazón de la Axarquía.

Así, el Ayuntamiento viñolero ha empezado a remitir una serie de cartas con un mensaje de lo más inquietante para los vecinos con estas facturas disparadas. «El agua potable destinada al consumo doméstico es un bien de primerísima necesidad y, actualmente muy escaso», arranca la misiva que firma el alcalde de La Viñuela, José Juan Jiménez (PSOE). »El suministro por usted contratado es de carácter doméstico, en el que se considera normal y suficiente un consumo de entre 150 y 200 litros por persona y día, unos 36 metros cúbicos trimestrales para una vivienda con dos habitantes», expone el texto remitido a uno de los afectados, una pareja de extranjeros residentes en La Viñuela, Jody Radley y Malcom Butt.

En concreto, este matrimonio británico, de 47 y 59 años, respectivamente, tiene una factura pendiente de 971,99 euros, correspondiente al tercer trimestre de este año, es decir, a los meses de julio, agosto y septiembre, cuando supuestamente consumieron en su vivienda, con una piscina pequeña, de apenas 8x4 metros y un jardín de apenas 600 metros cuadrados, en el que no tiene césped, tan solo olivos, la friolera de 281 metros cúbicos. Ellos lo niegan. Aseguran que estuvieron apenas un mes viviendo en la casa de vacaciones y dicen que el uso que han hecho del agua ha sido «muy racional, sin llenar la piscina ni regar el jardín».

«Llenamos la piscina con una cuba, que nos costó más de mil euros», ha asegurado Radley, quien ha calificado de «horrorosa y desesperante» la situación que están viviendo. «Mi marido estuvo en el Ayuntamiento la semana pasada y le dijeron que las lecturas eran correctas y que teníamos que pagar, parece que por ser extranjeros podemos pagar esas cantidades tan altas», ha considerado esta británica, que compró la vivienda rural en 2020. «Todos somos conscientes de la sequía y vemos cómo está el pantano, nadie puede creer que se hayan gastado esas cantidades, se ha debido seguro a errores de lectura por la entrada de aire, había mucha presión en las tuberías», ha apostillado la residente británica.

«Además del alto coste económico que representa este consumo, la excepcional situación de sequía por la que atravesamos, obliga a las administraciones públicas a extremar las labores de control cuando se produzcan consumos de esta envergadura», sostiene el Consistorio viñolero en la misiva, a la que ha tenido acceso SUR. La carta, que firma el regidor de La Viñuela, finaliza con una advertencia de lo más inquietante para estos residentes, que ha hecho saltar todas las voces de alarma entre los vecinos afectados por estas facturas desorbitadas.

En concreto, se puede leer: «Se le advierte que esta Administración local está obligada a tomar medidas, ante usos anómalos detectados, que pueden llegar a comportar el corte del suministro». «No sólo es que no nos dan una solución a la situación tan grave que estamos sufriendo, con facturas que son un disparate, una absoluta locura y que es imposible que hayamos consumido esas cantidades de agua en tan poco tiempo, sino que además ahora nos amenazan con cortarnos el agua», se han lamentado estos residentes británicos.