Balsa, nunca usada, construida en la última sequía para reutilizar el agua de la EDAR de Vélez.

La crisis y el vaivén político entierran proyectos millonarios ideados para luchar contra la sequía

Junta y Gobierno central dejaron sin concluir obras valoradas en decenas de millones de euros que fueron promovidas con urgencia durante la última sequía al acabar la escasez

PPLL

Domingo, 24 de abril 2016, 02:16

Dice el refrán que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Esta frase se emplea generalmente para poner de manifiesto la costumbre de aparcar para mejor ocasión lo que puede demorarse porque el problema ha dejado de existir. Y esto es lo que ha sucedido en Málaga cada vez que ha habido sequía. Basta con repasar la hemeroteca para comprobarlo y encontrar múltiples proyectos y actuaciones que han pasado al más absoluto de los olvidos, a pesar de que en algunos incluso se realizaron inversiones millonarias.

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Apenas han transcurrido siete años de la última gran sequía en la provincia afectó a la mitad de la población malagueña y se extendió desde 2005 a 2009, y ni las propias instituciones se acuerdan de algunos de los proyectos que se iniciaron con toda urgencia, financiados con fondos públicos para paliar la falta de agua o dotar a los municipios de nuevos recursos.

Los casos más escandalosos son aquellos que a pesar de que se llegaron a acometer parcialmente, no se acabaron y están literalmente enterrados bajo tierra sin ninguna utilidad. Le siguen aquellos otros que se vendieron como prioritarios, pero que permanecen guardados en algún cajón perdido o extraviado durante el traslado de la sede de la Cuenca Mediterránea Andaluza a Sevilla, bien porque se acabo el dinero o comenzaron los recortes con la crisis. Luego están aquellos que a causa de los vaivenes políticos, los cambios de color en el Gobierno de España e incluso de responsables políticos al frente de los organismos competentes de la Junta en materia de aguas, fueron aparcados.

Cerro Blanco

Entre los proyectos olvidados bajo toneladas y toneladas de tierra se encuentra la tubería de Cerro Blanco, que debía transportar el agua de Río Grande hasta El Atabal. La actuación fue adjudicada en noviembre de 2006 en 43 millones de euros por la Sociedad Estatal de Aguas de la Cuenca Mediterránea (Acuamed). Su objetivo era dotar a Málaga de 20 hectómetros cúbicos de agua al año. Estaba financiada por el Gobierno, con un 52 por ciento, y la Junta de Andalucía, con el 48 restante, si bien el Ayuntamiento de la capital iba a sufragar el 35 por ciento una vez entrara en servicio. El proyecto contemplaba un pequeño azud y una tubería a la altura de Coín. Sin embargo, una protesta vecinal llevó al Ministerio de Medio Ambiente a paralizarlo, aun cuando se ejecutó buena parte del proyecto, concretamente desde Aljaima a El Atabal. La tubería está enterrada y nunca se ha utilizado ni se concluyó.

Axarquía

Este no es el único ejemplo. En octubre de 2008, la Junta de Andalucía amplió el decreto de sequía a 18 municipios de la Axarquía. Estaba vigente en Málaga y varios municipios del valle del Guadalhorce desde 2005. En un intento de no depender tanto del agua del embalse de La Viñuela, que estaba bajo mínimos, la Junta anunció una inversión de 11 millones en obras de emergencia. Parte de esa cantidad, en torno a unos seis millones se destinaron a incorporar los caudales subterráneos del Molino de las Monjas, captación principal de Vélez en el río, hasta la estación de tratamiento de El Trapiche. Se hizo la tubería, pero jamas se conectó. Desde 2009 la conducción está enterrada y fuera de uso. Recientemente, el Ayuntamiento veleño ha invertido un millón de euros en una nueva tubería para llevar el agua de este acuífero hasta los depósitos reguladores del municipio.

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No concreta actuaciones en Málaga si sigue la falta de agua

  • Medio Ambiente

  • La Dirección General de Obras Hidráulicas de la Junta de Andalucía no ha decidido aún qué actuaciones llevará a cabo en Málaga si persiste la sequía, aún cuando desde la delegación territorial de Medio Ambiente se asegura que a lo largo del actual año hidrológico, que finaliza el 30 de septiembre, no habrá problemas de abastecimiento ni de regadío en la provincia. No obstante, el delegado provincial, Adolfo Moreno, ha avanzado que la propuesta de los técnicos pasa por concluir aquellas obras que no se terminaron durante el último decreto de sequía en la provincia. Sin embargo, la Junta no tiene cuantificada siquiera la inversión necesaria, como tampoco ha tomado ninguna decisión sobre la prioridad de las actuaciones, aunque la idea es realizar un uso sostenible de todos los recursos embalses, aguas regeneradas y subterráneas. «Las propuestas están siendo valoradas por la Dirección General», ha insistido Moreno, que está manteniendo una serie de contactos con las diversas comunidades de regantes para conocer la situación sobre el terreno. En cualquier caso, Moreno ha señalado que las obras que se lleven a cabo deben realizarse pensando en resolver la situación con vistas a futuro.

El plan de emergencia preveía asimismo llevar con una tubería las aguas de la depuradora de Vélez hasta una balsa para facilitar su reutilización por los regantes. Tampoco se utilizó nunca. La balsa ha terminado rompiéndose y las bombas de impulsión se han visto dañadas por discurrir la tubería bajo el nivel del río de Vélez. La comunidad de usuarios del Sur del Guaro ha valorado las obras que habría que hacer para reparar la infraestructura y poder reutilizar las aguas de la EDAR en tres millones de euros.

Un ejemplo similar lo constituye el proyecto de construcción de una tercera tubería para incorporar al sistema general de agua de la presa los pozos de Sierra Almijara, Sierra Tejeda y Alberquilla. La conducción se realizó parcialmente. Tampoco se concluyó, por lo que las aguas procedentes de esos pozos no se han usado.

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El plan de emergencia aprobado para la Axarquía contemplaba asimismo la realización de diversos sondeos en el río Vélez y el Parque Natural, aunque se desconoce si se llegaron a ejecutar.

Proyectos olvidados

Y qué ha pasado con el proyecto de recrecimiento de la presa de La Concepción, del que tanto se habló en plena sequía de 2005. Fue rescatado por la Junta entonces a pesar de las críticas que despertó en el PSOE. Su objetivo era evitar que el embalse vertiera sus excedentes debido a su escasa capacidad. Junto a la desaladora de Marbella es el principal recurso de la Costa del Sol occidental. Del recrecimiento se cambió a la realización de una nueva presa por encima de la actual por motivos de seguridad. En el plan hidrológico aprobado recientemente por la Junta se incluye esta nueva presa con un horizonte de ejecución que se alarga a 2027 y una inversión de 210 millones de euros, de los que 105 deben estar invertidos antes de 2021. La financiación corresponde al Gobierno central.

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Otro proyecto del que no se ha vuelto a hablar es la desaladora de Pilones, junto al PTA, para dotar a Málaga capital de 30 hectómetros cúbicos al año. La debía ejecutar Acuamed y se habló ya en 2004 de una inversión de 50 millones de euros. Sin embargo, nunca mas se supo.

Desaladora de Mijas

Lo mismo sucede con la desaladora de Fuengirola-Mijas, aunque en este caso la obra se llegó a adjudicar en 2009 a una unión temporal de empresas formada por Sacyr, Sadyt y Vera en 61,7 millones. Detrás del mismo estaban Acuamed y la Agencia Andaluza del Agua. No se ejecutó porque estaba pendiente de que el Ayuntamiento de Mijas facilitara los terrenos. La Junta lo ha vuelto a incluir en el nuevo plan hidrológico con cargo al Gobierno de España con un presupuesto de más de 88 millones y el horizonte de 2027.

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Por lo que se refiere a la Axarquía, la Junta consideró ya en 2007 una prioridad la ejecución de otra desaladora en el litoral oriental para reducir la dependencia del pantano. Con el final de la sequía el proyecto cayó en el olvido, aunque la Junta lo sigue manteniendo en el plan hidrológico con 75 millones de euros, para financiar por el Gobierno central y para ejecutar no antes de 2027. Una instalación similar se prevé tambié en el bajo Guadalhorce, está vez con cargo a la administración andaluza, pero sin inversión cuantificada y tampoco con fecha estimada de ejecución.

Otra promesa de la que no se sabe nada es la conducción entre Málaga y la Costa del Sol anunciada por Elías Bendodo en la pasada campaña electoral y que debe permitir, según dijo, trasvasar el agua excedente de la presa del río Verde al pantano de La Viñuela. Aunque cuenta con 17 millones en los presupuestos del Estado, la obra no se ha licitado todavía.

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