Canillas de Aceituno presume de morcillas

Con casi 30 grados de temperatura y un sol de justicia, Canillas de Aceituno festejó este domingo la XXVII edición del Día de la Morcilla, una celebración en la que el pequeño pueblo enclavado en la falda de La Maroma, el techo de la provincia con sus 2.068 metros de altitud, se ha convertido en un hervidero de gente, deseosa de probar el exquisito embutido que allí se prepara con una receta única en la provincia.

Sangre de cerdo, cebolla y especias son los tres ingredientes fundamentales de las morcillas que se elaboran con mucho mimo en Canillas de Aceituno. Sin embargo, las proporciones y medidas son secretas, tan solo las conocen algunos vecinos del pueblo axárquico. «Es algo así como la fórmula de la Coca-Cola», ha bromeado al mediodía el alcalde, Vicente Campos (PP) en la plaza de la Constitución, que a esa hora registraba una larga cola de visitantes esperando pacientemente para recibir su plato de morcillas, regadas con cerveza o vino.

La jornada gastronómica coincidió con la festividad de la patrona de la localidad axárquica, la Virgen de la Cabeza. El calor no ha sido un impedimento para que más de tres mil personas se hayan acercado a lo largo de toda esta jornada de domingo hasta el pequeño municipio para degustar este exquisito y muy tradicional manjar. «Es una fiesta que nos encanta, el ambiente en las calles del pueblo es increíble y la morcilla con cebolla está riquísima», ha asegurado Bernardo Bayona, un vecino de Nerja de 28 años, quien acudió junto a un grupo de amigos.

En las calles empinadas y estrechas de Canillas de Aceituno no faltaron los platos de morcillas asadas, regados con vino del terreno y cerveza. El Ayuntamiento dispuso un total de trescientos kilos de embutidos, junto a cuatrocientos litros de cerveza y cien litros de vino del terreno.