Los últimos asesinatos machistas no alcanzan para reconstruir el consenso contra la violencia de género

La sesión se inició con un minuto de silencio a propuesta del presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, quien propuso reunir en un solo homenaje a los fallecidos este martes en Sevilla al arrollar un camión a un control de la Guardia Civil, a la mujer asesinada por su exmarido en Pizarra y a las niñas muertas presuntamente a manos de su padre un día más tarde en la provincia de Almería.

Aguirre se refirió a estos tres hechos como sucesos que hechos terribles que «helaron la sangre» de los andaluces y cuando ya con los diputados en pie aludió a los asesinatos por violencia de género y violencia vicaria, términos que Vox no reconoce, el portavoz de este grupo, Manuel Gavira, hizo ostenibles gestos de reprobación. Su parlamentarios, no obstante, se mantuvieron en sus lugares durante el homenaje.

Desde que Vox entró en la Cámara, en las elecciones de 2018, el Parlamento de Andalucía dejó de aprobar declaraciones institucionales en las fechas en las que el calendario señala alguna conmemoración referente a la igualdad o los derechos de las mujeres. La aprobación de una declaración institucional requiere de la unanimidad de todos los grupos y Vox no participa de ese consenso, lo que desde entonces obligó a que este tipo de declaraciones acordadas por el resto de los grupos se leyeran en el exterior del hemiciclo o antes del inicio oficial de los plenos.

Este año, el consenso al parecer sólido que se había mantenido al margen del partido de Abascal saltó por los aires y no fue posible ni siquiera un texto acordado entre las dos formaciones mayoritarias y la izquierda. PP y PSOE se acusaron mutuamente de haber conspirado por intereses partidarios para que no hubiera comunicado conjunto. Este miércoles, al ser consultados sobre una posible declaración conjunta tras el impacto causado por los últimos sucesos, los portavoces de ambos grupos repitieron los argumentos de dos semanas atrás.

La socialista Ángeles Férriz acusó a Juanma Moreno de cinismo, de ser el presidente que más pasos atrás ha dado en la lucha contra la violencia de genero y subió el tono hasta llamarlo negacionista, un término que hasta ahora nunca le había dedicado. Estos reproches fueron respondidos por el portavoz popular, Toni Martín, que la acusó de hacer un uso «partidista y repugnante» de los crímenes recientes.

El minuto de silencio propuesto por el presidente del Parlamento y mantenido respetuosamente en el hemiciclo no alcanzó para camuflar la realidad de un consenso que ya parece definitivamente roto.