La transición energética se abre paso en la industria con una rebaja en su consumo

Los últimos datos de consumo del sector correspondientes a 2022 ofrecidos por la Consejería de Industria, Energía y Minas, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, sitúan a la industria como el sector líder en la reducción de consumo energético con una bajada del 16,6%, alcanzando el menor valor registrado en su serie histórica, incluido 2020, el año de la pandemia.

Este descenso se ha logrado coincidiendo con un crecimiento en la actividad industrial, ya que en ese ejercicio se registró un aumento del 5,2% PIB andaluz y el Valor Añadido Bruto del sector industrial creció en torno al 5%, todo ello sin que la demanda energética no solo no se incrementase, sino que se haya visto reducida.

Esta disminución en el consumo supone un avance muy significativo en el desacoplamiento entre economía y consumo de energía, ya que generar una unidad de PIB en 2022 ha requerido un 11% menos de energía que en 2018 gracias a la bajada de la intensidad energética, el principal indicador que mide la eficiencia energética de una economía. Precisamente este indicador alcanzó el valor más bajo de la serie histórica desde que se tienen registros, con 105,5 toneladas equivalentes de petróleo por millón de euros, según la Consejería de Industria.

En esta reducción histórica registrada en 2002 tuvo especial incidencia el menor consumo de gas natural, con un 27,2% menos que en 2021, y de productos petrolíferos, un 17,3% inferior. La industria supone el 27,7% de toda la energía final consumida en Andalucía.

Dentro del conjunto de productos petrolíferos, destaca la disminución del consumo de gasóleos en un 1,3% y de la electricidad en un 19%. Por contra, se registró un aumento en el consumo de querosenos (70,1%), fuelóleos (36,1%) y en menor medida de biocarburantes (7,4%) y el gas natural (8%).

En cuanto a otros ámbito económicos, el consumo de energía en el sector servicios bajó un 5,9%, y en el ámbito residencial, un 1,4%, representando el 9,4% y 14% del total del consumo final en Andalucía, respectivamente. En ambos casos, la energía eléctrica fue la fuente de mayor aporte al consumo final, suponiendo un 73,9% de la demanda del sector servicios y un 63,2% del sector residencial.

El transporte sigue su senda de recuperación, al aumentar un 6% y representar el 41,5% del consumo total de energía final en Andalucía, aunque el consumo de energías limpias sigue siendo muy bajo al ser los combustibles derivados del petróleo los más usados en este sector, con cerca del 99%.

En general, Andalucía aumentó su producción de electricidad con fuentes renovables en 2022 hasta los 17.544 gigavatios hora, un 2,4% más que en el año anterior, lo que supuso que el 54,2% de la energía eléctrica que consumieron los hogares, empresas, industrias y administración pública en la comunidad fuese de origen verde, pese a la mayor demanda de productos petrolíferos en el sector del transporte, y de carbón y gas natural.