La lluvia caía intensamente en Málaga, y a esa manta de agua se unió durante unos instantes un temblor de tierra. Ocurrió anoche sobre las 22.50 horas, cuando se registró un movimiento sísmico en la localidad granadina de Alhama de Granada, aunque inicialmente se apuntó como punto de origen a Ventas de Zafarraya, a apenas unos kilómetros de distancia.
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Según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el terremoto, de magnitud 3,6, se produjo a una profundidad de cinco kilómetros, y además de en la provincia granadina se dejó sentir especialmente en la comarca de la Axarquía y en Málaga capital, entre otros puntos.
Este seísmo pertenece a la categoría IV en la escala de intensidad macrosísmica del IGN, lo que significa que es sentido dentro de los edificios por muchos y sólo por muy pocos en el exterior. La vibración es moderada, ya que los observadores apenas sienten un leve temblor del edificio, el sillón o la cama, pero es posible que sea suficiente para despertar a algunas personas. También es habitual que los objetos colgados oscilen y que los muebles ligeros tiemblen visiblemente y que incluso haya chasquidos de la carpintería. Con todo, no suele causar daños materiales.
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