Juanma Moreno y Teresa Ribera, el pasado noviembre en Almonte. EFE/ Raúl Caro
Política andaluza

Teresa Ribera se reunirá con Juanma Moreno el 22 de febrero en Sevilla para buscar respuestas conjuntas a la sequía

La situación de la franja litoral de la provincia de Málaga es la que más preocupa al Gobierno andaluz

Jueves, 8 de febrero 2024, 14:51

El encuentro entre el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, para abordar posibles soluciones a la sequía ya tiene fecha y lugar. Si no sobrevienen problemas de agenda ambos responsables políticos se reunirán el jueves 22 de febrero en el Palacio de san Telmo, sede de la presidencia del Gobierno andaluz.

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Esta reunión, que fue acordada después de que ambos responsables políticos mantuvieran una conversación telefónica el pasado viernes, estará precedida de reuniones telemáticas entre equipos técnicos de ambas administraciones. En ellas se intentará avanzar en la coordinación de las iniciativas para afrontar este problema, que tiene a Andalucía como una de las comunidades más perjudicadas junto con Cataluña.

El objetivo, según explicaron fuentes del Gobierno andaluz, es determinar qué actuaciones debe abordar cada administración y continuar con su puesta en marcha ante una situación que ya adquiere tintes dramáticos.

Las fuentes aseguraron que la intención de ambos ejecutivos es aislar a este asunto, que está causando un grave quebranto en la economía y que afecta a la vida diaria de miles de personas, de la confrontación política.

Litoral de Málaga

La principal inquietud del Gobierno andaluz se centra en la franja litoral entre los municipios de Algeciras y Nerja, es decir toda la costa de la provincia de Málaga y la costa mediterránea de Cádiz, donde se ha corroborado que las borrascas apenas entran en lo que se considera una consecuencia del cambio climático. El aumento de la población que durante el verano experimentará la Costa del Sol hace que la preocupación de la Junta sea mayúscula.

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La última ventana de oportunidad para evitar una situación límite se abre en en los meses de marzo y abril, tradicionalmente lluviosos, aunque también con motivo del cambio climático no existe seguridad de que esas precipitaciones acaben llegando. De hecho, el cambio del clima está afectando a las propias previsiones meteorológicas, cuya fiabilidad se ha reducido sensiblemente.

Las fuentes explicaron que no se descarta ninguna medida para afrontar la situación que sobrevendrá en el verano y que la más extrema sería la llegada de agua por transporte marítimo. En la Junta aseguran que esperan no tener que recurrir a esa operación debido a su alto coste.

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