Tarde baldía de leyes en el Parlamento

Los debates de las cuatro leyes evidenciaron una situación preelectoral en la Cámara, sobre todo en las propuestas de Ciudadanos y Podemos-IU. Estas dos formaciones vieron rechazada su propuesta para la reforma de la Ley de Educación para que se garantizara una inversión similar al 5% del Productor Interior Bruto (PIB) en la enseñanza pública andaluza en cada presupuesto. Esto supondría incrementar en unos 1.550 millones de euros anuales las partidas destinadas en la actualidad.

Tanto Antonio Maíllo (IU) como Teresa Rodríguez (Podemos) afearon al PSOE su negativa a respaldar la propuesta cuando figura en el acuerdo sobre la financiación autonómica que las tres fuerzas firmaron. Los dos dirigentes han tenido conversaciones con el portavoz socialista, Mario Jiménez, en las últimas semana, pero sin llegar a buen puerto. Jiménez dijo a preguntas de los periodistas que el PSOE no podía apoyar una reforma de la Ley de Educación que pretende minar la enseñanza concertada andaluza, lo que IU desmiente.

Jiménez, no obstante, también reconoció que había requerido a Podemos e IU sin respuesta positiva haber situado sobre la mesa de negociación no solo la propuesta del 5%, sino también la ley para la sostenibilidad de la sanidad pública, en trámite en el Parlamento.

Los tres partidos de izquierdas no se pusieron de acuerdo y la iniciativa del 5% (que el PSOE ha defendido en el Congreso en el pacto por la educación frustrado) no seguirá adelante. «Esto sí es un pacto educativo, lo demás son milongas», espetó Maíllo. Además del PSOE, también PP y Ciudadanos votaron en contra.

El PSOE también se opuso a la proposición de ley de Ciudadanos para modificar la ley de la RTVA al considerar que se daban «pasos atrás» en democracia. El portavoz del partido naranja, Juan Marín, justifica la norma por el bloqueo en la renovación del consejo de administración desde hace cuatro años, lo que ha impedido a Podemos y Cs formar parte del mismo.

Para su renovación la actual ley exige el voto de tres quintos de la Cámara. Cs propone que en segunda votación pueda renovarse el consejo por mayoría absoluta y reducir de 15 a 9 el número de miembros. Marín denunció que esta anomalía democrática se debe a la negativa de PSOE y PP para ponerse de acuerdo, si bien también Podemos e IU votaron en contra. Los populares se abstuvieron. «Ustedes están boicoteando la decisión de las urnas», les recriminó Marín.

El PP también vio rechazada su propuesta de modificar la norma que rige la composición del Consejo Consultivo para que este cuente con representantes a propuesta de todos los grupos políticos, una iniciativa a la que Cs y PSOE votaron en contra y, sin embargo, Podemos e IU respaldaron. PSOE y PP han mantenido toda la democracia un acuerdo no escrito para repartirse la composición del Consejo Consultivo, aunque la competencia de su nombramiento no corresponde al Parlamento, sino al Consejo de Gobierno andaluz. Susana Díaz decidió romper con esta costumbre. «Díaz ha hecho una limpieza política con la elección de sus miembros sin propuesta del Parlamento, como ha ocurrido durante 25 años y ocurre en la mayoría de las comunidades», lamentó Carmen Crespo.