El mayor interés del debate general sobre Andalucía en el Parlamento ayer tarde a petición de la presidenta de la Junta era si esta despejaba la fecha en que apretará el botón de la convocatoria electoral. Susana Díaz sabía que el líder de la oposición, ... Juanma Moreno, se lo iba a preguntar a bocajarro en su turno. Tres horas antes del debate con el líder del PP andaluz, en el discurso de apertura, la presidenta quiso zanjar la polémica de un posible adelanto a otoño asegurando que las urnas «nos encontrarán trabajando» e insinuando varias veces que agotará la legislatura.
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Moreno, sin embargo, no logró arrancarle la fecha, si serán en marzo, cuando tocan, o meses o semanas antes. «Acabe con la incertidumbre», le espetó el dirigente popular, que incluso se ofreció a negociar el Presupuesto de 2019 para que Díaz no tuviera coartada para un adelanto a noviembre.
Aunque de facto esta posibilidad también la dejó abierta Susana Díaz. «Ya llegarán las elecciones, vamos a intentar que las urnas nos encuentren trabajando», afirmó tras criticar a los partidos de la oposición «a los que parece que lo único que les preocupa sea la cita electoral». Para convencer de que no está dándole vuelta al adelanto y que quiere agotar la legislatura anunció que ayer mismo la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, había firmado la orden para comenzar a elaborar el Presupuesto de 2019.
Este anuncio puede interpretarse como el anzuelo en el que pique Ciudadanos, el partido que ha apoyado las cuentas del Gobierno socialista los últimos tres ejercicios. Si Cs, como ha insinuado varias veces, no se presta a un cuarto acuerdo, Díaz podría tener la excusa perfecta para convocar elecciones. El debate dejó ver la frialdad que hay en estos momentos entre el partido de Albert Rivera y la presidenta andaluza. Juan Marín pidió autocrítica a Díaz y sobre el envite del Presupuesto le llegó a decir: «Nos sentaremos, pero ya veremos hasta cuánto cumplen los de 2018».
Susana Díaz, Presidenta
Juanma Moreno, pp
Pese al amago de agotar la legislatura, Susana Díaz pronunció un discurso con propuestas «para ahora y para el futuro», según sus propias palabras. Algunas de ellas parecen encajar más en un programa electoral que en el de un gobierno con menos de un año de recorrido por delante. Por ejemplo, anunciar 25 millones de euros hasta 2025 para un plan director del conjunto arqueológico de los Dólmenes de Antequera y una reserva de 5 millones de euros para la Biblioteca de Andalucía como aperitivo del respaldo a la candidatura de Granada como capital europea en 2031.
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La apuesta más novedosa de Díaz fue, sin embargo, la que lanzó a los partidos de izquierda, Podemos e Izquierda Unida, para un acuerdo de blindaje de las políticas del estado del bienestar. Díaz dio a entender que está dispuesta a respaldar la iniciativa de Podemos e IU para garantizar un mínimo de un 5% y 7% del PIB andaluz en gasto educativo y sanitario, respectivamente. El Consejo de Gobierno ha rechazado la proposición de ley de los dos partidos, si bien el acuerdo de financiación autonómica del Parlamento recoge esta propuesta, como recordó Teresa Rodríguez en su turno. Díaz condiciona el respaldo a la aprobación de la ley de Sostenibilidad de la Sanidad Pública, una norma que ya Ciudadanos ha insinuado que no respaldará tal como está redactada. Se trata de una norma clave del programa de Gobierno de Díaz, pero sobre todo la oferta de la presidenta desveló un intento de esta de hacer guiños a su izquierda cara a las elecciones y también a posibles alianzas futuras. De hecho Díaz hizo otros guiños a la izquierda con anuncios en materia educativa y sanitaria y ni siquiera contestó a la invitación de Moreno de negociar el Presupuesto de 2019. «No tengo socio preferente», le espetó a Rodríguez cuando esta le pidió que dejara a su socio de gobierno en alusión a Cs. En el rifirrafe con Marín hizo un alegato de las diferencias ideológicas con el partido naranja impensables hace unos meses.
El debate tuvo sobre todo un tono de balance, con especial énfasis de la oposición en críticas a la gestión sanitaria, poco esfuerzo para acabar con el paro y menos para liquidar los escándalos de corrupción.
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Como era previsible, tanto Juanma Moreno como Antonio Maíllo coincidieron en reprochar a la presidenta el año y medio envuelta en el salto a la política nacional con el fracaso de las primarias socialistas. Teresa Rodríguez y Moreno fueron los más contundentes en materia de corrupción. La líder de Podemos reprochó a la presidenta que no haya cumplido ninguna de las 18 medidas contra la corrupción.
Teresa Rodríguez, Podemos
juan marín, ciudadanos
Antonio maíllo, iu
mario jiménez, psoe
Moreno echó mano de la tarjeta de crédito que, según el PP, utilizó un cargo de Empleo para pagar servicios de un club de alterne, algo que investiga la Guardia Civil. Pidió explicaciones a la presidenta y esta le emplazó a una futura comparecencia del consejero de Empleo además de recordarle que se trata de un asunto de hace diez años cuando ella no estaba en la Junta. «Desde que soy presidenta no ha habido ningún caso de corrupción», espetó tras reprochar al líder del PP: «Con la que está cayendo en su partido y viene a hablar a esta Cámara de corrupción. No desvíe el tiro y siga por ahí».
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Díaz sí respondió en positivo a la propuesta de Moreno de un plan de empleo para la mujer, aunque reclamó financiación al Gobierno de Rajoy. La presidenta aludió de forma velada a la sentencia de La Manada, con la que ya se ha mostrado en desacuerdo, y anunció que su Gobierno se dirigirá al Consejo General del Poder Judicial para ofrecerle colaboración desde la Junta de Andalucía en la formación de jueces, magistrados y fiscales, «algo que se está viendo muy urgente».
También anunció 1.300 nuevas plazas de profesores en la enseñanza primaria para los siguientes tres cursos, 500 para el próximo; Un decreto por el que todas las ayudas públicas de la Junta para las familias numerosas se extenderá a las monoparentales. Y una norma que garantice el derecho al agua como mínimo vital para atender las necesidades básicas en uso doméstico estableciendo un precio bonificado para aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Estas dos también responden a los guiños de la presidenta a Podemos e IU.
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