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Estos centros trabajan las aptitudes y habilidades de estos menores. J.A.
'Menas', el sueño más joven de la inmigración en Andalucía

'Menas', el sueño más joven de la inmigración en Andalucía

La Junta crea un red de medio centenar de centros para atender a estos chicos cuya llegada se disparado desde el pasado añoAndalucía acoge a más de 2.000 menores, en su mayoría procedentes de Marruecos

JOSÉ LUIS PIEDRA

MÁLAGA

Domingo, 27 de octubre 2019, 01:59

El drama de la inmigración tiene su rostro más joven en los menores que se aventuran a dar el salto en busca de un sueño anhelado, una vida y un futuro mucho mejor que la realidad adversa que sufren en su país de origen. La decisión no es fácil, dejar atrás su país y su familia y jugarse la vida en una patera o en los bajos de un camión, lo que refleja la fuerza del sueño de tener una vida mejor al llegar al idílico mundo desarrollado que ven tan cerca.

Andalucía es una las principales puertas de entrada de este fenómeno migratorio que trae hasta nuestra Comunidad a muchos jóvenes, los denominados 'menas' (menores inmigrantes no acompañados), cuya llegada ha experimentado un crecimiento notable en los últimos tiempos. Muchos son los mejores de su generación, los más fuertes y ambiciosos que no se resignan a la cruda realidad que les ha tocado vivir, son el futuro de países en los que no encuentran esperanza y anhelan el milagro de vivir en un lugar con más dignidad y más posibilidades.

Pese a que el Estado tiene la competencia exclusiva en materia migratoria, es al Gobierno andaluz a quien le compete la protección de estos menores. En 2018 se produjo un aumento inusitado en la llegada de estos menores que desde hace dos décadas arribaban a Andalucía en un volumen que no registraba muchas variaciones, unos 1.600 menores cada año de media. Sin embargo, el pasado año se produjo una oleada que desbordó todas las previsiones con la llegada de más de 7.000 menores, lo que colapsó toda la red de acogida y protección de la Junta de Andalucía, que hasta ese momento solo contaba con el sistema general de protección de menores.

Por ello, la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación se planteó la necesidad de contar con una red específica para atender a estos menores inmigrantes para garantizarles no solo la acogida, sino ir mucho más allá y promover también su inserción de forma integral en la sociedad. Así, este año se ha puesto en marcha una iniciativa para crear esta red asistencial especializada en menores inmigrantes, lo que ha supuesto la apertura de medio centenar de centros distribuidos por todas las provincias andaluzas que cuentan en la actualidad con un total de 1.389 plazas.

Estos nuevos centros cuentan con un respaldo económico de la Junta que supera los 18 millones de euros y en estas instalaciones desarrollan su trabajo cerca de 900 profesionales, que atienden y forman a estos jóvenes para normalizar sus vidas y prepararlos para el futuro.

Actualmente existen cuatros centros -dos en Cádiz y otros dos en Granada- destinados exclusivamente a la primera acogida de emergencia de estos menores, que cuentan con 230 plazas, junto a otros centros de estudio y diagnóstico para analizar la evolución de estos jóvenes con 222 plazas.

Inserción social y laboral

El grueso de estos centros se dedica a la inserción social y laboral de estos menores, con 937 plazas, en los que se trabaja las habilidades y actitudes necesarias para que estos menores puedan encarar la vida independiente con el mayor éxito posible cuando llegue su edad de emancipación.

El perfil del menor inmigrante que llega a Andalucía es un varón, marroquí de entre 16 y 18 años que alcanza nuestras costas en patera. De hecho, casi el 70% de los jóvenes de estos centros procede del país vecino, mientras que el resto viene de países subsaharianos. Actualmente los centros de la Junta acogen a 2.276 menores, en su mayoría niños (2.035) y el resto son niñas (241). Además, cerca de la mitad de los acogidos tiene entre 16 a 18 años, por lo que uno de los grandes problemas a afrontar es el abandono de estos centros cuando los jóvenes alcanzan su mayoría de edad. Este año se prevé que puedan ser cerca de 900 los menores que se harán adultos.

Para ello, la Consejería está realizando un esfuerzo suplementario para ofrecer un camino de futuro a estos jóvenes y evitar la brecha que puede suponer en sus vidas el final de su atención en estos centros. Para estos menores extutelados se está implementando el programa de mayoría de edad 'P+18', que dispone de una red de pisos y centros de día en los que pueden seguir conviviendo hasta alcanzar su plena autonomía e independencia.

Los pisos, cerca de 40 y en los que se ha incrementado sus plazas en 209 este año, son un recurso para los que no disponen de ningún apoyo familiar ni vivienda y en los que pueden estar aproximadamente un año, mientras que en los centros de día pueden estar recibiendo apoyo, formación y orientación para lograr su integración sociolaboral hasta los 25 años, después de elevarse recientemente esta edad desde los 21. Con el objetivo de fomentar la empleabilidad de estos jóvenes, la Consejería está primando a las entidades que gestionan estos centros para que contratan a estos jóvenes en su mayoría de edad.

Los menores también tienen tiempo para el ocio.

La Junta pide más financiación

La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, ha puesto de relieve la necesidad de impulsar una Estrategia Integral para la migración infantil, así como la necesidad de fomentar la colaboración, coordinación y cooperación tanto a nivel nacional como en el seno de la Unión Europea, que dispone de una competencia compartida para el desarrollo de una política común de migración. La consejera mantuvo recientemente una reunión en Bruselas con el director de Migración, Protección y Visados de la Comisión Europea, Michael Shotter, con el que abordó la problemática de la inmigración de menores en Andalucía, puerta de entrada para el sueño europeo de estos jóvenes.

A su juicio, «es necesario crear una estructura para el desarrollo de la Estrategia estatal correspondiente, con un plan de contingencia específico, dotado de recursos presupuestarios sostenibles».

La consejera recordó también que el Gobierno central ha negado cualquier tipo de subvención a la Junta para la atención de estos menores que es necesaria, por un lado, para la financiación de recursos de protección de menores y, por otro, para todos los procesos que implican trabajar la emancipación, tanto antes de cumplir la mayoría de edad como una vez cumplida ésta; así como financiación para mejorar los cauces de información.

Rocío Ruiz puso en valor la creación de la nueva red de centros que pretende dar una «respuesta ágil, adecuada y específica» a estos menores que han dejado así de ser atendidos por los programas de acogimiento residencial ordinarios y recibir así una atención especializada.

La consejera avanzó también la elaboración un estudio «con rigor científico», para conocer el perfil de los inmigrantes menores de edad que están acogidos en estos centros con el fin de diseñar un modelo de intervención que se ajuste a sus necesidades y expectativas.

Una de las cuestiones que se endosa a los inmigrantes menores es su relación con la denlicuencia, algo que desde los centros de menores se desmiente por su falsedad, ya que las estadísticas demuestran que es mínima la tasa de estos jóvenes que delinquen.

Con todo, desde Vox se han vertido críticas al respecto y se ha hecho eco de las denuncias de los vecinos de los barrios donde se ubican estos centros, e incluso ha introducido una enmienda a los presupuesos para incrementar la seguridad en sus instalaciones.

Los testimonio de estos menores son conmovedores en su mayoría reconocen el miedo que sufrieron en una aventura tan arriesgada que solo el valor de su juventud es capaza de superar, además de las incertidumbre sobre qué iba a ser de sus vidas si alcanzaban el sueño de su llegar al primer mundo.

El joven marroquí Y.S. confiesa que llegó en patera y con muchos miedos y dificultades de adaptación, se aferraba mucho a su cultura y religión marroquí lo que complicaba normalizar su vida y su integración. Sin embargo, reconce que fue capaz de evolucionar y adaptarse a nuestra vida y cultura con el objetivo de quedarse en Andalucía para siempre. Su empeño y dedicación le hicieron sacarse la ESO y formarse como educador y ahora trabaja como monitor en uno de los centros de acogida a menores inmigrantes como él hasta hace muy poco, siendo un ejemplo y referente para estos jóvenes.

Bajo un autobús hasta Málaga

Otra historia de superación es la del joven marroquí O.B., que se va a convertir pronto en universitario tras llegar a Málaga en los bajos de un autobús y soñar ahora con ser educador social en el futuro.

M. R. procede de Guinea y tuvo que recorrer más de 5.000 km. de desde su país para llegar hasa las inmediaciones de Ceuta, donde sin nadar muy bien se atrevió a intentar llegar a la playa de la ciudad autónoma a el mar, ya que la veía muy cerca y estaba convencido de que llegaría.

Pero falló en sus previsiones y el destino afortunadamente jugó en su favor y fue rescatado por la Guardia Civil cuando estaba ahogándose. Tras recuperarse, se introdujo en un contenedor de residuos de un barco donde pasó 30 horas hasta conseguir llegar a Andalucía. A su llegada fue a uno de los centros de la Junta donde cambió su vida por completoo para formarse como profesional de la cocina y conseguir un trabajo en un restaurante de Sevilla y un nuevo orgullo en su vida: la nacionalidad española. Ahora viaja a su Guinea natal, pero en avión.

O.B. es otro marroquí de Casablanca que se coló en un barco que le trajo de intruso hasta Cádiz. Terminó en Sevilla en un centro de menores donde señala que se volcó para estudia nuestro idioma e integrarse a nuestra vida y costumbres para estudiar lo que le gustaba: la cocina. Tras un curso de formación su espíritu emprendedor le ha llevado a montar su propia restaurante en la capital andaluza.

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