El sueño aeoronáutico pierde altura con la crisis de Airbus

La boyante industria aeroespacial andaluza vive momentos críticos con la delicada situación que atraviesa Airbus después de lustros de esplendor que pueden verse truncados ahora con la irrupción de una crisis inesperada como la provocada por la pandemia del coronavirus. La crisis sanitaria ha venido a dar la puntilla al consorcio europeo que ya venía mostrando síntomas de desaceleración en su producción de grandes aviones en la división militar, cuya demanda venía menguando últimamente. A ello se sumó el agravamiento repentino de su división civil por el frenazo súbito de la actividad aérea por la Covid-19, que llevó a muchas compañías a cancelar sus pedidos con una afectación cercana al 90% en la carga de trabajo de Airbus.

Por tanto, el virus y sus secuelas en la actividad de este gigante aeronáutico europeo se han convertido en el principal temor de los empleados, que ven en riesgo sus puestos de trabajo, y también de los responsables políticos, que ven amenazado un sector pujante que revitalizó el débil tejido industrial de la comunidad y que, además fue capaz de colocar a la región a la vanguardia aeroespacial mundial en una actividad de gran valor añadido y vinculada a la innovación y al empleo de calidad.

La carga de trabajo de Airbus ya se venía resintiendo antes de la declaración del estado de alarma, que no ha hecho más que acrecentar esta complicada coyuntura, una cuestión que los sindicatos consideran un pretexto para acelerar los ajustes y despidos anunciados en plena pandemia, más de 500 previstos para las cuatro plantas que Airbus tiene en Andalucía con una plantilla total de 4.600 trabajadores, sin contar con los empleos indirectos y la industria auxiliar que amplía esta cifra hasta las 20.000 personas. En este sector complementario la crisis hará más mella aún y los sindicatos prevén que pueda hasta triplicarse el volumen de despidos en estas empresas de apoyo y suministro.

La crisis que arrastraba la división militar antes de la pandemia ya afectaba de lleno a la mayor parte de la producción andaluza, ya que tres de las cuatro plantas existentes en la Comunidad se dedican a esta línea de producción. En concreto, las factorías sevillanas de Tablada, con cerca de un millar de empleados, y San Pablo, con 2.500, junto a la situada en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María, con 600.

La otra fábrica gaditana de Puerto Real se dedica a la producción de material y suministros para aviones civiles con medio millar de trabajadores. una división que también ha caído en picado por la parálisis del mercado aéreo mundial.

Los sindicatos han anunciado mucha guerra para frenar esta sangría en el empleo que puede ser una grieta para la estabilidad y el futuro del sector y, de hecho, han comenzado ya con sus primeras movilizaciones que van a ir incrementándose en las próximas semanas. Está en juego gran parte de la recuperación económica y el empleo en esta crisis y por ello las centrales sindicales, con gran peso y fuerza en el sector, reclaman de entrada una mayor implicación y apoyo de los gobiernos, tanto de la Junta de Andalucía como del Estado, para superar esta delicada situación.

De hecho, desde el sindicato UGT en Andalucía se exige el impulso de un plan estratégico donde el Gobierno estatal tiene mucho que decir para plantear soluciones a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), órgano que puede ampliar su participación para inyectar liquidez al consorcio.

UGT critica los pingües beneficios cosechados tiempo atrás por la compañía para ahora escudarse en la coyuntural falta de carga de trabajo a causa de la pandemia cuando, a su juicio, hay alternativas para mantener el empleo y la actividad, según su secretaria regional, Carmen Castila.

Desde CCOO en Andalucía también consideran «imprescindible» actuar ya en un plan de choque urgente para salvar un sector estratégico en la industria andaluza, según su secretaria regional, Nuria López, que censuró la actitud «irresponsable» de Airbus por excusarse en una pandemia para plantear despidos ya que «os aviones hoy no vuelan, pero mañana volarán y habrá que renovar la flota».

Asimismo, CCOO reprocha al Gobierno andaluz el tener guardado en un cajón una estrategia aeroespacial que tiene que poner en marcha ya, además de aportar recursos suficientes para un sector clave en la economía andaluza. Ante este incierto horizonte, la esperanza en el inmediato futuro la aporta el importante caudal de recursos de apoyo contra la crisis aprobado recientemente por la UE y la próxima reunión que mantendrán el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, donde hay depositadas muchas expectativas para impulsar un plan de ayudas que logre preservar esta industria clave para la economía.