El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado la dirección por la que entiende que debe transitar Andalucía en los próximos años: defensa del estado del bienestar y reindustrialización. Lo hizo en el mitin celebrado por el PSOE-A en Dos Hermanas para celebrar el cuarto aniversario de la llegada de Sánchez a La Moncloa y en el marco de la carrera hacia las elecciones andaluzas, que comienza el próximo viernes.
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Sánchez dijo que su partido quiere avanzar en la reindustrialización de Andalucía ya que, afirmó, la comunidad no puede vivir solamente del turismo. El líder socialista dijo que esta actividad está muy bien como generadora de riqueza, pero que es necesario reindustralizar para que los jóvenes encuentren más oportunidades de trabajo.
El presidente señaló también la necesidad de reforzar el estado del bienestar y avanzar en educación y sanidad, y reivindicó la herencia socialista. «Todo lo bueno que ha pasado en Andalucía ha venido de la mano del Partido Socialista», dijo Sánchez ante un auditorio de unas 1.800 personas entre quienes no se encontraba ninguno de los cinco expresidentes andaluces del PSOE.
El secretario general socialista hizo un recorrido por sus cuatro años de gobierno y señaló que la moción de censura que lo llevó a La Moncloa permitió contar con un gobierno «social y ejemplar» frente a un PP que practica la corrupción «política, democrática y económica» y que con las medidas que aplicó para salir de la anterior crisis aumentó la brecha de la desigualdad en España.
Acabar con esa desigualdad que ahora se ha vuelto a ampliar con la pandemia, dijo, es el gran objetivo de los socialistas. «He visto gente que le parece normal que un camarero trabaje 12 horas, suele ser la que no ha dado ni un palo al agua en su vida», dijo el presidente, que arremetió también contra quienes critican que se haya subido el salario mínimo a mil euros o que se tomen medidas para paliar las consecuencias del aumento del precio de la energía.
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Esas políticas contra la desigualdad, dijo, «no se llaman ni felipismo, ni zapaterismo, ni sanchismo, se llaman socialismo», dijo el presidente, que aseguró que los populares, «cuando están en el gobierno, corrupción y cuando están en la oposición, crispación».
Frente a las críticas a su política de alianzas, presentó al PSOE como una garantía para la unidad de España. «A ellos les declararon unilateralmente la independencia y nosotros estamos normalizando la convivencia en Cataluña», señaló.
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