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Zonas rurales que se vacían, envejecimiento de la población por el aumento de la esperanza de vida y la baja tasa de natalidad, concentración en las grandes urbes, inmigración que no alcanza a compensar el insuficiente aumento vegetativo de la población. El escenario demográfico que ... sufre España es también en parte el que experimenta Andalucía, pero en esta comunidad autónoma hay un rayo de esperanza. Ese cuadro, aunque preocupante, se presenta de una manera más atenuada que en otros territorios.
Se trata de una situación que coloca a Andalucía ante un doble desafío: por un lado, enfrentarse a ese fenómeno y trabajar para revertirlo pero por el otro, aprovechar la oportunidad que supone ser una de las regiones de España en mejores condiciones para hacerlo.
Hay datos que, aunque con moderación invitan al optimismo. Con el 17 por ciento de la superficie de todo el país, Andalucía concentra al 18 por ciento de la población; pese al retroceso de los últimos años, ha experimentado durante décadas un saldo vegetativo positivo; no ha sufrido la desaparición por despoblamiento de ninguno de sus municipios y tiene en algunas zonas un fuerte desarrollo de su sector primario, el que más pega la gente al territorio.
Todo ello sumado a que su media de edad es más joven que la española, a que tiene en la Costa del Sol a una de las zonas con más crecimiento demográfico del país y a que la agricultura sigue atrayendo inmigración en determinadas zonas ha hecho que Andalucía no suene entre las comunidades más afectadas por el despoblamiento y haya quedado excluida de la categoría 'la España vaciada' que preside uno de los debates más álgidos cuando se habla de los desafíos de futuro.
Sin embargo, el demográfico es uno de los grandes retos que tiene por delante la comunidad autónoma para los próximos años. Presenta, además, algunas características propias.
Una de ellas surge de una pregunta que puede aparecer tras observarse con trazo grueso el sentido de las migraciones internas. ¿Por qué quienes no encuentran trabajo en el medio rural se marchan a las grandes ciudades o a los entornos turísticos, o incluso se quedan en sus pueblos sin posibilidad alguna de prosperar, mientras la recogida de la fresa en Huelva o los invernaderos de Almería atraen inmigración de otros países?
La respuesta hay que buscarla en la precariedad laboral y en las paupérrimas condiciones de habitabilidad que esos sectores pueden ofrecer a sus trabajadores. Situaciones que sólo pueden resultar aceptables para quienes padecen en sus países de origen condiciones de vida aún peores y que están en disposición de asumirlas a cambio de unas remuneraciones que resultan insuficientes para la manutención de una familia en Andalucía pero que pueden ayudar a paliar situaciones de miseria cuando el escaso dinero obtenido se envía a otras geografías.
Por ello, conseguir que la agricultura andaluza pueda superar esa situación de precariedad se presenta como uno de los caminos imprescindibles de transitar para afrontar el desafío poblacional. La integración social de esas personas migrantes es uno de los retos demográficos pendientes en la región.
Los movimientos migratorios constituyen, en efecto, uno de los termómetros más fiables para analizar la situación de la economía andaluza. Los que más empleo generan, el turismo y la agricultura, son dos sectores de escaso valor agregado y que ofrecen salarios escasos. El tejido productivo de la región funciona como demandante de mano de obra poco cualificada al mismo tiempo que expulsa a las personas más formadas, en su mayor parte jóvenes. Conseguir revertir esa situación y retener talento a partir de un desarrollo económico sostenido y equilibrado supone el mayor desafío de futuro y el único camino posible para afrontar con garantías el reto demográfico.
Población (2019) 8.414.240 (50,7% mujeres, 49,3 % varones). El 18% de los españoles son andaluces. El 9,8% de los residentes en Andalucía nacieron en el extranjero.
Edad Media 41,84 años
Esperanza de vida 81,76 años es la media de esperanza de vida al nacer. 84,1 en mujeres y 79,1 en varones
Tasa bruta de natalidad 8,45 nacimientos por cada mil habitantes, sensiblemente mayor que la media española, de 7,94. Entre los españoles que viven en Andalucía es de 7,95, y los inmigrantes suben la media con 14,52 alumbramientos al año por cada mil habitantes. En España, la media entre los españoles es de 7,01 y entre los inmigrantes, de 16,27
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