«Quiero que cada uno depure su responsabilidad por la muerte de mi hijo: Guardia Civil, Servicios Sociales y protección de menores»

Entre ellos, se encontraba su padre, abuelo del pequeño fallecido. Un hombre de avanzada edad y claramente destrozado por esta inesperada muerte, hasta el punto de verse obligado a interrumpir la rueda de prensa para gritar a los cuatro vientos el dolor de unos abuelos que han apoyado hasta el peor de los finales a su hijo en la pugna por la custodia.

«La mañana que murió mi hijo, una trabajadora social me dijo que tenía asuntos más graves», lamentó Sergio Fernández sobre aquel 10 de octubre, hace justo una semana, cuando su exsuegro le comunicó por teléfono que el niño estaba muerto. Después, volvió a llamar a la oficina para decirles que «ya podían cerrar el caso».

Se mostró en todo momento consciente de la «falta de medios» que hay en el sistema pero también mantiene que ha hecho todo lo posible para alertar sobre la situación de «desamparo» en la que se encontraba su hijo, con el peor de los resultados. «Yo he dado todos los pasos necesarios», explicó acerca de su proceder para que «se adoptaran medidas» de protección. «Llamaba al 112 y pedía que viniera un sanitario para que viera cómo estaba», rememoró. No sabía cuál era la situación de su expareja en profundidad pero hablaba «todos los días» con el niño y recibía -a través del teléfono de su madre- mensajes de voz. Entre estos, aquellos en los que el pequeño de siete años le pidió ayuda porque «su madre le estaba pegando» y que Sergio Fernández llevó a la Guardia Civil y al juzgado de guardia.

«Yo la tenía bloqueada en mi móvil porque era víctima de un acoso constante», explicó el progenitor, quien relató varios episodios en torno a esta revelación sobre cómo era la relación con su expareja desde que se separó de ella debido a que lo denunció por violencia de género en 2017. Fue absuelto, finalmente, en febrero del año pasado, cuando comenzó el proceso judicial para hacerse con la guarda y custodia.

El hijo vivió con su expareja en Huércal de Almería hasta el mismo día de su muerte, confesada por la madre tras ser detenida con el cuerpo en el vehículo que conducía en Las Norias de Daza, localidad de El Ejido, en la mañana del jueves pasado. A. M. B. L., de 38 años de edad, fue puesta a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4, que se ha inhibido de esta causa a favor de los juzgados de Almería, dado que el crimen se habría producido en el municipio huercalense. La muerte del niño -cuya autopsia se mantiene bajo el secreto de las actuaciones- revelará las causas y el momento de su muerte. No obstante, el crimen coincidió en tiempo con la decisión del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Almería de otorgar la custodia al padre. «Es el único juzgado que ha actuado con diligencia», quiso puntualizar Sergio Fernández. La sentencia, sin embargo, no llegó a comunicarse porque menos de una semana después el niño ya había fallecido.

Al respecto, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, destacó dicha actuación, «rápida y eficiente», dijo, del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Almería. No obstante, también indicó que «se analizarán posibles fallos de comunicación». Del Río fue preguntado ayer en Huelva por un informe que la Guardia Civil remitió el pasado 14 de junio de oficio a la Fiscalía de Menores y a los servicios sociales en el que se hacía constar las presuntas desatenciones y las «denuncias y contradenuncias» por parte de los padres de las que era objeto el menor. Apuntó que «no le consta» esta información.