Pueblos sin coronavirus en Andalucía: El milagro de esquivar la pandemia

Su distancia de los grandes núcleos de población y sus pocos habitantes son, sin duda, factores determinantes para que el virus tenga difícil acceder a estas localidades, a lo que se suma la baja movilidad y trasiego de gente, aunque entre ellos hay pueblos muy turísticos que a sus atractivos de siempre añaden ahora el aliciente de ser lugares sin Covid, un estímulo más para el visitante que quiere disfrutar de forma segura.

La mayoría de estos municipios se encuentran en las sierras de Almería y Huelva, junto a muchas localidades de las Alpujarras granadinas. Entre estas comarcas suman más de la mitad de las poblaciones sin contagio alguno. El alejamiento de las grandes aglomeraciones urbanas y su poca población son el denominador común de todas ellas.

La población de los municipios sin Covid va de los 56 habitantes de Cumbres de Enmedio, el pueblo más pequeño de Andalucía a los 1.300 de Galaroza, ambos en la provincia de Huelva. En Almería, el grueso de los municipios que mantienen a raya al virus se encuentran en la sierras de los Filabres, Gádor y las Alpujarras, muchos de ellos con poblaciones que no llegan ni al medio millar, algo importante para reforzar el efecto burbuja.

El municipio almeriense de Velefique es uno de sus ejemplos, encaramado en lo más alto de la sierra de los Filabres en un puerto de montaña al que le cuesta escalar de momento al virus. Allí, una empleada municipal explicaba a este periódico que «la lejanía y la poca densidad de población» ayudan pero esgrime también que, tal vez, «el peculiar clima de esta zona puede contribuir a frenarlo».

Además, ponía de relieve que «llevan con mucha responsabilidad en todo el pueblo la pandemia, a la que le tienen mucho respeto» pese a que no hayan sufrido ningún contagio hasta ahora. No obstante, reconocía al mismo tiempo que también que todo «es un poco cuestión de suerte».

En el otro extremo de Andalucía, Huelva es una de las provincias menos afectadas por la pandemia de toda Andalucía y su provincia, especialmente su sierra, concentra un nutrido número de pueblos que se mantiene al margen del virus. En Linares de la Sierra, precioso pueblo enclavado en lo más profundo de un valle en pleno corazón de la Sierra de Aracena, se respira tranquilidad natural e innata de esta zona.

Un técnico de su ayuntamiento argumentaba también que su reducida población, con tan solo trescientos habitantes, es fundamental para evitar los contagios, además de subrayar la responsabilidad del vecindario. Sin embargo, alertó del riesgo de la llegada masiva de turistas durante los fines de semana y el incumplimiento de las medidas preventivas, lo que puede dar al traste con la situación de a que disfrutan. De hecho, en la vecina Aracena ya se están registrando los primeros contagios tras el pasado puente y temen lo peor, ya que -dijo- «aquí con dos contagios estaríamos en el nivel de las restricciones por nuestra escasa población».

Otra población muy turística que, por el momento, no se ve ese riesgo es el bello pueblo cordobés de Zuheros, que también recibe a muchos visitantes y de momento no registra ningún afectado y en el que aplican todas las medidas, incluido hay un arco desinfectante de vehículos en su acceso. De tan solo 650 habitantes, Zuheros lleva la pandemia con «cabeza y naturalidad», comenta Antonio Jesús, técnico de turismo de su consistorio, que admite que el hecho de no contar con ningún contagio confiere un plus de seguridad al pueblo y se convierte en un atractivo turístico más. Y es que el turismo es uno de sus motores económico, pero también confesó que la mayoría de la población son personas mayores «por lo que si entra el virus puede causar estragos», advirtió. También el turismo es crucial en el municipio malagueño y azulado de Júzcar, el pueblo pitufo de tan solo 240 habitantes, donde su alcalde, Paco Lozano, señaló que es un «privilegio» no contar con ningún contagio aunque admitía la «incertidumbre» con la que ve el futuro.

«Se está realizando un esfuerzo para la desinfección y limpieza en todos los espacios y establecimientos», aunque se mostraba consciente del riesgo que la llegada masiva de visitantes los fines de semana puede suponer, especialmente para las personas mayores. Con todo, resaltó que «el turismo es una fuente de desarrollo que complementa a la castaña, que está decayendo».

En Jaén, el pequeño pueblo de Carboneros de 600 habitantes se mantiene a salvo del Covid pese a su cercanía a Linares, confinada en esta segunda ola. Su alcalde, Domingo Bonillo, afirmó que la gente está muy concienciada y «es un milagro que estemos así, aunque estamos desinfectando todos los días el pueblo y con la ayuda de los tractores de los olivareros».

En la provincia de Cádiz solo hay un municipio que se resiste al Covid, Torre Alháquime, en la sierra gaditana y con tan solo 800 habitantes. Sacra, trabajadora del Bar Chema, destacaba que «la mayoría del pueblo son gente mayor que sigue a rajatabla las medidas y la gente joven está fuera del pueblo estudiando y trabajando». Además, resaltó el «respeto y conciencia» de los vecinos.