Juan Espadas, secretario general del PSOE-A. sur

El PSOE-A huye de su peor trauma

Mirada periférica ·

Los socialistas andaluces afrontan su primer Congreso regional tras la pérdida de la Junta sin un informe de gestión sobre las causas del mayor fracaso de su historia

Viernes, 5 de noviembre 2021, 00:38

Los participantes en el anterior congreso del PSOE de Andalucía, reunido en Sevilla en el verano de 2017, no podían imaginar que afrontarían el siguiente ... en un escenario totalmente distinto. Aquella reunión fue una demostración de fuerza inasequible a una autocrítica que por entonces parecía innecesaria. Su secretaria general, Susana Díaz, era la socialista con más poder institucional en España y, aunque acababa de perder su pulso con Pedro Sánchez para liderar el partido a nivel nacional, se veía con respaldo suficiente para seguir presentando a la federación andaluza como el bastión inexpugnable del socialismo español. 'Andalucía, la fuerza de los socialistas' fue el lema de aquel congreso, el último con el PSOE-A al frente de la Junta.

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Cuatro años después, los socialistas andaluces vuelven a ser convocados a un congreso, pero la situación es diametralmente distinta. Han perdido el gobierno autonómico que ostentaron durante 37 años, y han dejado de ser vistos como la federación que con su volumen de militancia y su poder institucional era capaz de condicionar la política y las decisiones de su partido a nivel federal. Por el contrario, sus adversarios los señalan hoy como una delegación de las decisiones que se toman en el centro del poder político en España.

Sea o no exagerada esa consideración, lo cierto es que en el congreso que se inicia hoy en Torremolinos el PSOE de Andalucía no dedicará ni un minuto a debatir por qué pudo perder tanto en tan poco tiempo. La tradición señala que los congresos se inician con el informe de gestión de la Ejecutiva saliente, un balance de los cuatro años anteriores cuya aprobación se somete a la votación de los delegados y que corre a cargo del secretario general, o en su defecto el secretario de Organización, que concluye mandato.

Pero este congreso será anómalo. La Ejecutiva saliente cesó de hecho el 13 de junio en cuanto se comprobó que el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, había derrotado a Susana Díaz en las primarias para la candidatura a las próximas elecciones andaluzas. Aquellas no eran unas elecciones para elegir cargos orgánicos, pero la estructura del partido dejó de funcionar esa misma noche.

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Apenas un mes después se celebró un acto en Sevilla con la presencia de Pedro Sánchez y Ferraz no contó para su organización con la Ejecutiva aún formalmente con mandato en vigor. El entonces secretario de Organización, Juan Cornejo, presentó la dimisión mientras la secretaria general, Susana Díaz, pactaba los términos de su salida.

Con el recambio ya decidido por los militantes al elegirlo como candidato a la Junta, el alcalde de Sevilla fue el único aspirante a las primarias a la secretaría general, por lo que fue proclamado tan pronto como presentó los avales. Se abrió entonces un periodo de interinidad con un secretario general sin equipo al frente del partido.

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El XIV Congreso del PSOE de Andalucía se iniciará por ese motivo sin Ejecutiva saliente, y por lo tanto sin un informe en el que se intenten explicar los motivos de uno de los hechos políticos más significativos que ha vivido la autonomía andaluza en sus cuarenta años de historia. No habrá informe de gestión sencillamente porque no habrá nadie dispuesto a hacerlo. Las derrotass, ya se sabe, siempre son huérfanas.

En su lugar, la responsable de la comisión organizadora del Congreso, Ángeles Férriz, inaugurará la reunión con un informe sobre la actualidad política andaluza. El tiempo dirá si los socialistas andaluces hacen bien en no aprovechar su primer congreso tras el mayor fracaso de su historia moderna para intentar reflexionar colectivamente sobre los motivos que los arrojaron a esta situación.

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El Congreso no sólo será atípico por la ausencia de un informe de gestión. Tampoco habrá mayores incógnitas sobre la composición de la Ejecutiva. Desvelado de antemano el nombre del secretario general, los nombres que Espadas ha elegido para que lo acompañen en su equipo se han ido conociendo a cuentagotas en los días previos de tal manera que los delegados llegan hoy al Congreso con las principales incógnitas reveladas antes de iniciarse el primer debate. Férriz, que es también portavoz parlamentaria, acompañará al alcalde de Sevilla como vicesecretaria general, y Noel López Linares, alcalde de Maracena, lo hará como secretario de Organización.

También se ha sabido que el exconsejero de la Junta Manuel Pezzi será el presidente del partido, y que cuatro secretarios provinciales salientes -Irene García (Cádiz), Antonio Ruiz (Córdoba), José Luis Ruiz Espejo (Málaga), y Verónica Pérez (Sevilla)- también estarán en la Ejecutiva. Es una fórmula a la que el secretario general ha recurrido para intentar apaciguar el polvorín en el que se ha convertido el proceso de recambio en el PSOE de Andalucía, que a falta de debate autocrítico en su estructura regional ha trasladado la controversia a las provincias.

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