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El 40º Congreso Federal del PSOE ha supuesto para los socialistas andaluces el fin de más de siete años de distanciamiento entre el secretario general socialista y la federación andaluza, la mayor con gran diferencia de todo el país. En 2014 Pedro Sánchez fue elegido ... en primarias secretario general tras haber obtenido el respaldo del por entonces todopoderoso PSOE de Andalucía dirigido por Susana Díaz, pero poco después ambos dirigentes iniciaron un distanciamiento que tuvo su punto álgido en el Comité Federal de octubre de 2016, cuando Sánchez tuvo que abandonar la secretaría general tras perder una votación en la que los socialistas andaluces jugaron un papel decisivo. Al año siguiente, Sánchez y Díaz se enfrentaron en unas primarias que volvió a ganar el ahora secretario general. La entonces presidenta de la Junta se refugió en Andalucía, donde resistió hasta el pasado junio, cuando Juan Espadas la derrotó, también en primarias, y la desalojó del liderazgo del socialismo andaluz.
Durante todos estos años, el peso histórico del PSOE de Andalucía en la organización federal socialista se vio claramente mermado, no por el número de miembros presentes en la Ejecutiva procedentes de provincias andaluzas sino por la escasa afinidad de estos con la dirección regional de entonces.
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El congreso que concluyó ayer en Valencia supone el fin de esta brecha. Los ocho socialistas andaluces que han accedido a la Ejecutiva Federal tienen completa sintonía con el secretario general, Juan Espadas -por quien apostó Pedro Sánchez- y la mayoría de ellos forma parte de su equipo más cercano. «Aquí ya hay un solo proyecto», subrayó ayer Espadas, quien desde la presidencia del Consejo Federal del PSOE tendrá a su cargo la coordinación de la dirección federal socialista con los líderes regionales.
Esa posición le convertirá en el único barón regional con presencia en la Ejecutiva junto al presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, elegido secretario de Política Autonómica, y lo situará en una posición de poder orgánico frente a otros barones, incluidos los que gobiernan en sus comunidades autónomas. El movimiento de Sánchez al apostar por Espadas en ese lugar se explica en la necesidad del PSOE de potenciar a los socialistas andaluces para conseguir buenos resultados en la región más poblada de España, sin los cuales el proyecto socialista es inviable. Desde ahí, Espadas procurará asimismo alcanzar una posición común en el PSOE en torno a la reforma del sistema de financiación autonómica.
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Otra muestra de la sintonía recuperada entre Sánchez y el socialismo andaluz es la elección del jienense Felipe Sicilia como portavoz, una función que seguramente compartirá con la vicesecretaria general, la asturiana Adriana Lastra.
Según Juan Espadas, el resultado del congreso no puede ser más positivo para el PSOE-A, sobre todo porque supone la recuperación de su protagonismo y su papel decisivo en el equilibrio territorial dentro del PSOE.
El secretario general resaltó que el número de miembros del PSOE de Andalucía en la ejecutiva federal responde a su peso en el conjunto de la organización y agradeció la confianza de Sánchez en la federación andaluza. «Le devolveremos esta confianza con trabajo, con compromiso y con dedicación», dijo Espadas.
El secretario general defendió la valía de los andaluces que han entrado en la ejecutiva federal y destacó especialmente su experiencia en el ámbito del municipalismo, lo que, aseguró, es coherente con el proyecto que impulsa el PSOE-A, que pretende dar protagonismo a las administraciones locales por ser la más cercana a los ciudadanos.
De los 34 miembros secretarios de la nueva Ejecutiva Federal, integrados en una lista que, como marca la tradición de los congresos socialistas, fue negociada hasta las primeras horas de domingo, seis pertenecen a la federación andaluza. La lista obtuvo en el plenario del congreso un apoyo del 94,94 por ciento.
El sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que ya formó parte de la anterior ejecutiva de Sánchez y fue uno de los principales apoyos en el enfrentamiento entre el secretario general y Susana Díaz cuando esta aún presidía la Junta, será secretario de Política Municipal y el andaluz con un puesto más relevante. Rodríguez Gómez de Celis es además vicepresidente primero del Congreso de los Diputados.
En otro puesto relevante, la portavocía, se sitúa el diputado jienense Felipe Sicilia, designado recientemente por Juan Espadas para coordinar los trabajos programáticos previos al próximo congreso del PSOE de Andalucía.
En la secretaría de Pacto de Toledo e Inclusión Social estará el también diputado por Jaén Juan Francisco Serrano, y en la de Formación, la parlamentaria autonómica por Huelva María Márquez, también del entorno más cercano a Espadas y portavoz adjunta en la Cámara andaluza.
Beatriz Carrillo , diputada por Córdoba y activista feminista y del colectivo gitano, ha sido designada secretaria de Movimientos Sociales, Diversidad y Mayores de la nueva ejecutiva, mientras que la también cordobesa Ana María Romero Obrero estará al frente de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Asimismo, se integrarán en la nueva ejecutiva como vocales la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (Sevilla) y la malagueña María Nieves Ramírez.
A esta presencia andaluza en la nueva ejecutiva se suma la del propio Juan Espadas, quien asistirá en su condición de presidente del Consejo de Política Federal.
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