Los presidentes de Andalucía y Galicia entienden a Mazón pero marcan distancias con Vox

Este martes ambos presidentes se han reunido en Sevilla en el segundo encuentro del máximo nivel entre ambos gobiernos autonómicos -el primero se celebró cuando Alberto Núñez-Feijóo estaba al frente de la Xunta- y aunque el objetivo era suscribir un acuerdo de colaboración en materia de educación la reunión ha estado signada por el pacto suscrito el día anterior con Vox por el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, en cuya presentación el presidente valenciano asumió sin ambages el discurso del partido de Abascal en materia de inmigración y contra el Pacto Verde Europeo.

Tanto Moreno como Rueda justificaron el movimiento de su compañero valenciano en la necesidad de contar con unos presupuestos que permitan abordar la reconstrucción tras los efectos de la DANA del pasado octubre, pero no fueron más allá en cuanto al posicionamiento discursivo de Mazón.

El presidente andaluz subrayó que Vox «se equivoca muchísimo marcando una posición contraria, distinta, distante, con el gran espacio de progreso y libertad que representa Europa», mientras que el gallego mostró su confianza en que ese partido empiece a entender que la defensa de los intereses europeos es fundamental. «Si no lo hacen así se estarían equivocando», afirmó antes de asegurar que se trata de una convicción que los presidentes del PP tienen clara independientemente de que hayan alcanzado acuerdos con Vox.

Para Moreno, el pacto alcanzado en la Comunidad Valenciana no es más que un acuerdo puntual que responde a la necesidad de un gobierno urgido de contar con presupuestos y afeó a los socialistas no seguir el ejemplo de sus correligionarios alemanes, que sí alcanzan acuerdos con el centro derecha.

Según el presidente de la Junta, el pacto del presidente con un partido como Vox, con el que él ha marcado repetidamente sus diferencias, en ningún caso compromete las posiciones europeístas del PP. Moreno fue más allá y reafirmó su posición favorable a una alternancia entre el PP y el PSOE en la que ambos ocupen el espacio de la centralidad. «Eso es lo que yo quiero», aseguró el presidente andaluz, que se preguntó por qué cada vez que su partido llega a un acuerdo con Vox saltan todas las alarmas y sin embargo eso no sucede cuando Sánchez pacta con formaciones contrarias a la Constitución y a los estatutos de autonomía y que además aspiran a desgajarse de España.

El más reciente de estos acuerdos, el anunciado con Junts en materia de inmigración, fue motivo de duras críticas por parte de ambos presidentes. Para el andaluz, ese pacto forma parte de una tónica habitual de la legislatura y advirtió de que no puede aceptar que quien decida los flujos migratorios, la política general en ese apartado y lo que tienen que hacer las comunidades autónomas no sea el conjunto del país o las Cortes Generales, sino «un señor que vive prófugo a más de dos mil kilómetros», crítica en la que coincidió con Rueda.

Ambos presidentes lamentaron que este mismo lunes se celebrara una conferencia sectorial con la presencia de todos los gobiernos autonómicos para abordar las cuestiones de inmigración y ningún representante del Gobierno hiciera mención alguna al pacto que se estaba cerrando en ese momento entre el Ejecutivo de Sánchez y los independentistas catalanes. Moreno subrayó que no se puede exigir a las comunidades autónomas que acojan más inmigrantes menores de edad si no se les brinda información y no se les ofrece acuerdo alguno ni los recursos necesarios. «¿Qué hacemos, los metemos debajo de un puente?», preguntó el presidente andaluz.

Aunque la Junta de Andalucía y la Xunta de Galicia mantienen posiciones dispares en cuanto al modelo de financiación -Rueda se abstuvo de mostrar su respaldo a la petición de la Junta de que se cree un fondo de compensación para las cuatro comunidades financiadas por debajo de la media según su número de habitantes-, ambos coincidieron en criticar al Gobierno y a su vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por no presentar una propuesta que abra el debate sobre este asunto.

El presidente gallego se mostró convencido de que si se aborda el asunto, finalmente se llegará a un acuerdo, pero advirtió de que debe ser el Gobierno el que debe tomar la iniciativa. «Es imposible si quien tiene que propiciar este acuerdo no está por la labor en absoluto». En su opinión, ello es consecuencia de que si Hacienda sienta en torno a una mesa a las diferentes comunidades autónomas acabará habiendo acuerdo y ello impedirá que el Gobierno pueda dar satisfacción a las demandas del independentismo catalán. Moreno también fue contundente en esta materia. «No existe ninguna voluntad por parte del Gobierno y de la señora Montero de llegar a ningún acuerdo en materia de financiación autonómica», sentenció.