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Marta Bosquet Aznar (Almería, 1969) es la nueva presidenta del Parlamento andaluz, el primero en acoger en España a Vox, partido relacionado con la extrema derecha europea y que ha sido imprescindible para su elección con los votos además del PP y de su ... partido, Ciudadanos. Bosquet apela a la neutralidad que debe mantener en el cargo para eludir hablar de esta cuestión, así como tampoco de las negociaciones de Cs con el PP y con el partido de Santiago Abascal para el cambio en Andalucía, pese a haber sido miembro de la comisión negociadora y testigo de las conversaciones.
La entrevista está realizada poco después de asumir el cargo tras una tensa sesión constitutiva del Parlamento este jueves. En ningún momento pierde la sonrisa y la amabilidad, ni cuando rechaza sutilmente responder. Tras su apariencia frágil hay una mujer de carácter y temple dispuesta a dar un taconazo si se tercia, quizás aprendido del baile flamenco que practica y le apasiona.
–¿Qué palo del flamenco reflejaría el Parlamento que le toca dirigir?
– ¿Por bulerías? (se ríe), bueno no, bulerías es fiesta y es alegría. Le pondría por tangos, también es alegría, pero sí, creo que le va mejor.
– ¿Le preocupa la presencia de Vox por el foco nacional y su trascendencia en este Parlamento?
– Me preocupa en tanto tengo la responsabilidad de un Parlamento en el que hay fuerzas políticas de posiciones ideológicas contrarias. Siempre ha habido derechas e izquierdas, pero ahora se han sumado más fuerzas a esas derechas e izquierdas y por eso hay más que son más distantes. A mí me corresponde mantener el diálogo y respeto, que es lo primordial que pido. Que no se falten el respeto en lo personal por defender unas ideas distintas.
–¿Cómo se siente con esta responsabilidad?
–Me siento muy satisfecha y orgullosa de que se haya depositado en mí la confianza, primero por parte de Ciudadanos por proponerme de candidata y luego en agradecimiento a los partidos que lo han apoyado. También me siento con ganas, insisto, de que sea una legislatura donde se ejerza el respeto a la pluralidad política de esta Cámara. En algunos partidos ha brillado por su ausencia ese respeto a la pluralidad (en la constitución del Parlamento). Mi propósito es defender que se respete la voluntad de los andaluces que votaron el día 2 de diciembre. Nadie es más que nadie, eso lo tengo claro. Mi presidencia no va a permitir descalificaciones, ni subidas de tono, y que nadie se crea más legitimado que nadie. Todos están aquí por una democracia.
– ¿Cree que ha habido descalificación personal de diputados de Podemos e IU (Adelante Andalucía) a otros al prometer el cargo?
– No creo que lo haya habido de persona a persona, pero sí que se han podido verter determinadas expresiones que sin nombrar a alguien, estaban descalificando.
– ¿Y qué le parece que los diputados de Vox utilizaran algo también ajeno al protocolo cuando dijeron «juro por España» y eludieron hablar de Andalucía?
– Insisto, respeto lo que cualquier diputada y diputada quiera manifestar cuando jura o promete, siempre que no se entre en una descalicación de alguien. La ideología que uno tenga es respetable para todo el mundo, más allá de que yo defienda la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Que otra persona no piense como yo, que diga que no exista autonomía, yo no lo comparto, pero lo respeto. Lo más difícil de esta legislatura para mi cargo es que esas fuerzas políticas más contrarias se respete. Intentaré por mi parte que se abra diálogo y se comuniquen entre ellas.
– En la sesión constitutiva algunos diputados le criticaron porque no les permitió salir al estrado a prometer o jurar el cargo como había sido hasta ahora y les instara a formularlo desde los escaños. ¿Qué le hizo tomar esa decisión?
– Vi que se iba a alargar demasiado y tomé la decisión en aras de una economía procedimental del acto, que no creo que le quitara más o menos solemnidad; decidí que era mejor que los diputados lo hicieran en sus escaños y no dar un paseo hasta el estrado y volver.
vox
vacío del psoe
– Se trataba también de jurar o prometer ante la Constitución y el Estatuto de Autonomía que estaba en el estrado. ¿Era algo planeado?
– Le aseguro que no, que no estaba pensado. Lo decidí sobre la marcha, es más, lo hablamos entre los componentes de la Mesa para acortar la fórmula. Incluso dije que había libertad para que cada uno expresara lo que estimara. A nadie se le cortó su libertad de palabra.
– Adelante Andalucía se ha quedado fuera de la Mesa y hay una petición para que se cumpla el reglamento y se le haga sitio. ¿Sería partidaria de que se le diera una vocalía, aunque fuera sin voto?
– Esa será una cuestión que se tendrá que debatir entre todos los miembros de la Mesa. Hay que recordar que el portavoz de Cs ya manifestó que le ofrecía a Adelante un puesto en la Mesa (y lo rechazó). Será algo que decida la Mesa, no es una cuestión mía.
– Esta es la segunda vez en la autonomía que la Presidencia del Parlamento no la ostenta un socialista. Solo Diego Valderas, de IU, lo fue antes que usted. ¿Qué reflexión hace de ese vuelco en la segunda institución andaluza?
– Para mí significa una triple responsabilidad, por ser la primera de mi partido, por la presencia de fuerzas dispares, como he dicho, y porque lleva a parejado un cambio político. Sé que tengo que tener incluso mayor talante porque podría verse con más dificultad por quienes no lo tengan digerido, sobre todo por las fuerzas que llevan 36 años en este Parlamento. Entiendo que eso hay que asumirlo.
– Diego Valderas estuvo en la sesión constitutiva. ¿Le dio algún consejo?
– No lo ví.
– ¿Y el presidente saliente (Juan Pablo Durán), le ha hecho algún comentario? ¿Le ha felicitado?
– No, no, tampoco. Ningún miembro del PSOE se acercó a felicitarme. Solo la presidenta de la Mesa de Edad, Marisa Bustinduy, sí me felicitó cuando tomé posesión.
adelante andalucía en la mesa
parlamento flamenco
– ¿Tampoco la presidenta de la Junta en funciones se acercó?
– Tampoco se acercó. Es algo que no entiendo. Yo sí lo hubiera hecho. Tengo claro que la próxima legislatura si hay otro presidente o presidenta lo haré, e incluso me pondría a su servicio para lo que necesitara. Esa soy yo, es mi talante. Del talante de los demás no puedo responder.
–Si se presenta Susana Díaz a la investidura además de Juanma Moreno, ¿a qué candidato facilitará la primera votación de investidura?
–Permítame que primero hable con todos los portavoces y después de eso propondré a un candidato para que se presente a la investidura.
– Vox quiere también participar en el acuerdo para la investidura...
– Permítame que desde mi posición no hable de la parte política de mi partido. Quiero darle a la Presidencia la neutralidad que requiere el cargo para que todas las fuerzas políticas se vean representadas.
– Ha formado parte de la comisión técnica del acuerdo programático entre PP y Cs. ¿Cómo fue?
–La mesa técnica fue bien. Estoy satisfecha con ese acuerdo.
–¿Qué parte fue la más más difícil de acordar?
–En la de regeneración democrática e institucional hubo más desavenencias.
– ¿Qué le llevó a una abogada con despacho propio meterse en política?
– Me afilié a Ciudadanos en diciembre de 2013. Era entonces una época con mucho hastío y hartazgo de la política por la crisis y la corrupción que estaba a flor de piel de las fuerzas políticas de entonces. Decidí dar un paso a la militancia, pero no como representante público.
– ¿Y cómo fue que lo sea?
– Cuando se adelantaron las elecciones andaluzas en 2015, allí en Almería, Ciudadanos no tenía una gran estructura y se decidió, «tú Marta te presentas»; pero sin pensamiento de que iba a salir. Me considero una persona valiente, había que pasar una campaña y lo hice y, contra todo pronóstico, me ví de diputada.
– Eso le hizo cambiar la vida, supongo, al tener que dejar su despacho.
– El despacho sigue abierto, sigue mi hermano, yo ahora no ejerzo.
– Creo que llevó casos de violencia de género.
– Sí, pero defendiendo tanto a mujeres que denunciaban malos tratos como a hombres denunciados. Como cualquier abogado pienso que todos tienen derecho a una defensa.
– El acuerdo programático entre PP y Cs para el nuevo gobierno incluye desarrollar la ley contra la violencia de género aprobada en julio y en la que usted participó como ponente de Cs. ¿Será intocable en su opinión?
– Por supuesto. Y si se toca, será para mejorarla.
– Lo digo porque ahora Vox pide que se derogue y se cambie por otra para apoyar la investidura.
– Vox que pida lo que quiera. Creo que a la mujer hay que darle una protección y mi grupo político apoyó esa ley. Si hay reforma, insisto, será para mejorarla, pero no para derogarla.
– ¿Cómo fue aquello que dijo en la comisión de los cursos de formación de que a flamenca no le gana nadie?
– Recuerdo que todos los ponentes anteriores a mi habían alzado mucho la voz, y yo dije, que no había que alzar la voz, sino tener argumentos porque si había que ponerse flamenca, a flamenca no me ganaba nadie. A partir de ahí me quedé con lo de 'la flamenca'. Y recuerdo que un periodista llamó al partido porque quería hacerme una entrevista el Día de los Gitanos Andaluces porque se creían que era gitana.
– Claro, morena y que le guste el flamenco.
– Sí, mi físico se presta (se ríe)
– ¿Qué cantaores le gustan?
– Camarón y Enrique Morente. De ahora me quedo con Poveda, Arcángel. Hay muchos que me gustan y de los antiguos, Luis de Córdoba. Soy muy amiga de Tomatito. Andalucía no se puede entender sin el flamenco.
–¿Qué palo le gusta bailar?
– La soleá es la madre; me gusta bailar por tientos, bulerías, por alegrías, por tangos...
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